Deberías jugar...
+ Escenarios muy coloristas, algunos de ellos muy bonitos.
+ Los personajes sí que tienen más carisma que los del remake de Secret of Mana.
+ Un juego ideal para los que empiezan en esto de los action-rpg por su sencillez.
+ Que cuente con seis personajes y solo escogemos a tres hace que podamos volver a jugar una vez finalizado con el resto para conocer mejor sus historias.
+ Tiene un buen contenido endgame donde el juego sube el reto y la dificultad.
La música original de Hiroki Kikuta sigue siendo de las más originales del género, y los arreglos le sientan muy bien.
No deberías jugar...
- Demasiado sencillo. Tiene tres niveles de dificultad e incluso en el más alto el juego es casi un paseo en todo momento, incluyendo la mayoría de los enemigos finales.
- Al haber hecho un remake en 3D tan fiel del original que era un juego en 2D no le vemos sentido a la inmensa mayoría de los escenarios, que aunque veamos que suben y bajan parecen en todo momento planos y muy lineales, quizás demasiado.
- La pérdida del juego cooperativo para tres jugadores del original no tiene ningún sentido, ya que la IA que controla a los otros dos personajes hace exactamente lo mismo que haría cualquier otro jugador, incluyendo lanzar habilidades de clase que en caso del jugador pausa la acción y no en la de ellos.
- La historia general del juego y la de cada personaje sonaba muy más épica hace 25 años, y después de haber visto tantos juegos a día de hoy nos parece demasiado simplona.
- El sistema de combate tiene cierta profundidad ya que cuenta con 6 movimientos totales y cada uno hace una cosa diferente, y aún así es demasiado simple y en la mayoría de ocasiones haremos solo el ataque más poderoso.
- El sistema de evolución de personajes también es muy simple y aunque parece que sus desarrolladores han querido dotarlo de complejidad con un árbol de evolución para el que hace falta encontrar un objeto concreto según la rama de evolución, al final hace que escojamos simplemente el camino de la semilla que hemos encontrado y nos olvidemos del resto.