Análisis Far Cry Primal - Xbox One y PS4

Un espectaculo visual que sorprende durante los primeros minutos y que a medida que van pasando las horas se deja jugar muy bien. Curiosamente, y a pesar de lo que digan muchos, no se parece tanto a los anteriores Far Cry, a pesar de que cumpla con una estructura de juego principal casi idéntica (recolección de objetos, mundo abierto, misiones por doquier... Además de por su ambientación tan distinta con respecto a cualquier otro Far Cry, el hecho de no tener una historia lineal principal que sirva de hilo conductor y estar basado en misiones de varios personajes en momentos concretos nos llevará a ir deambulando mirando el mapa casi constantemente cada vez que hagamos algo, lo que no tiene por qué ser malo. Esto unido a que este juego de mundo abierto parece incluso más abierto que sus anteriores entregas, ofreciendo un gran número de tipos distintos de misiones y eventos, e incluso que nos permita la libertad total para hacer la misión que queramos independientemente del nivel de dificultad (para los más aventureros intentar realizar misiones difíciles o muy difíciles y dejar las fáciles o dificulta media para más adelante, aunque no sea nada aconsejable) lo convierte en un gran juego, muy recomendado incluso para aquellos a los que, en su momento, ni siquiera gustase Far Cry. Además, le ha sentado muy bien el regreso a la prehistoria, y no echa de menos para nada las armas de fuego o vehículos, aunque tengamos que explorar a pie el vasto terreno que tenemos delante de nosotros (aunque nos permita ir buscando criaturas para domarlas, lo que mola mucho al poder tener a un lobo o un enorme tigre al que poder acariciar y ordenar).

Hemos dicho que no se parece tanto a anteriores entregas, y aún así quizás tiene demasiados elementos sacados de Far Cry 4 (montar en mamut, hacer que animales ataquen por ti, búsqueda de recursos, incluso la estructura del mapa...) o incluso de Far Cry 3 (las visiones, por ejemplo), pero esto es lo que buscan los aficionados a la franquicia, y sin embargo se queda un poco a medio camino entre una nueva entrega y un DLC (de ahí quizás que no se le haya querido llamar Far Cry 5). A pesar de todo, Primal resulta un gran juego, muy divertido y muy bien hecho y que aprovecha muy bien el nuevo hardware de las nuevas consolas y PC (gracias a no tener versión de PS3 ni Xbox 360) y resulta muy recomendable para todos aquellos que busquen una experiencia de mundo abierto distinta.