Análisis The Surge - PC; Xbox One y PS4

Son muchas las desarrolladoras que tras ver el indiscutible éxito de la saga Dark Souls han copiado la formula en un intento de alcanzar ellos también una gran acogida a su título, el ejemplo más claro es el exitoso Ni-oh. Así, bajo esta idea nace The Surge, que imita mucho al juego de From Software pero que tiene suficientes elementos únicos y diferenciadores para hacerlo destacar y ser toda una grata experiencia. Los amantes de este tipo de juegos pronto se sentirán como peces en el agua, una vez aprendidas las peculiaridades del juego, el resto es pura formula Dark Souls, grandes escenarios llenos de recovecos, secretos ocultos, atajos que desbloquear y enemigos que al mínimo descuido nos harán morder el polvo de uno o dos golpes.

Incluso la forma de contar la historia sigue el mismo patrón, por lo que lo que iremos descubriendo que está ocurriendo con cuenta gotas, gracias a conversaciones escuetas y los coleccionables sonoros que iremos recogiendo. El nivel de dificultad es muy elevado y deberemos ir con mucho cuidado, por lo que el avance es en general lento. Así que dependiendo de vuestra pericia el juego puede durar entre 20 o 40 horas, también puede variar mucho si os dedicáis a farmear para ir más sobrados de nivel o encontrar todos los coleccionables.

The Surge nos ofrece como única opción de juego el modo historia, algo que no es extraño en este tipo de juegos, lo que si es destacable y no para bien es la ausencia total de funciones online, la saga Dark Souls, bloodborne o Ni-oh tienen diferentes opciones online, tanto cooperativas como competitivas que enriquecen la experiencia. Aquí como única compañía tendremos un dron al que equipar con diferentes habilidades y que podremos invocar con un botón. Con respecto al control de nuestro personaje, algo fundamental en este tipo de juegos tan difíciles, el juego se comporta de maravilla, siendo fácil y fluido realizar los combos, esquivas y bloqueos.

El sistema de lucha es en general poco frenético, tanto nosotros como los enemigos muestran unas animaciones que reflejan lo que es mover articulaciones robóticas, lo que a veces da la sensación de lentitud engañosa. El número de combos es bajo y varían en función del tipo de arma, pero básicamente es alternar entre los 2 botones de ataque. Esto simplifica el combate haciéndolo más centrado en esquivar o bloquear y contraatacar. Pero lo que hace diferente al juego es el sistema de localización de ataques, pudiendo centrar nuestros golpes en alguna parte menos protegida de nuestro adversario. Así podemos atacar a los brazos, piernas, cuerpo o cabeza, y si nos centramos en un solo sitio podremos llegar a realizar un ataque final que desmembrará esa parte, algo fundamental para conseguir nuevas piezas de equipo.

El título nos transporta a un futuro no muy lejano donde el mundo está al borde de la extinción y para evitarlo una compañía experta en exoesqueletos e inteligencia artificial se ofrece con un proyecto llamado "resolve" para evitar el desastre. Este argumento y temática futurista lleno de maquinas y exoesqueletos se aleja de los temas medievales o clásicos de los otros títulos. Además tiene elementos únicos como el sistema de mejora del equipo mediante la recolección de partes de cuerpo seccionadas, el uso de implantes para obtener mejoras como más salud, resistencia y curaciones, o una tercera barra de energía que funciona de forma contraria a la de resistencia, así conforme más golpeemos la resistencia bajará pero la energía subirá, lo que nos permitirá activar las habilidades especiales que tengamos equipadas en los implantes.

El número de estos implantes irá en función de la potencia del núcleo de nuestro exoesqueleto, lo que viene a ser los niveles, para subir la potencia los enemigos sueltan chatarra(las almas en Dark Souls) y debemos aplicarlas en un Centromed (la hoguera). Por lo que podemos decir que aunque en esencia copia la mayoría de ideas, aporta elementos propios para tener su propia personalidad.

El apartado más flojo del juego sin duda, no es un derroche gráfico, aunque por lo menos corre fluido sin tirones. Un control de colisiones inexistente contra las paredes y objetos empobrece la experiencia, veremos como nuestra arma atraviesa muros o nuestras piernas se meten bajo tierra muy a menudo. La IA tampoco es un derroche de virtudes, los enemigos está encorsetados en una zona y no saldrán de esta, así huir de ellos y esquivarlos es muy sencillo, aunque hay que decir que este "mal" es propio de este tipo de juegos.

Cada uno de ellos tiene 2 o 3 patrones de ataque, así que aprenderlos nos hará la vida mucho más fácil. La banda sonora tiene un tono tétrico-tecnológico, muy acorde con la estética del juego, aunque son melodías simples sin muchos momentos álgidos. Los efectos sonoros representan de forma sensacional la hidráulica de las articulaciones, los golpes de las armas metálicas o los pasos de los exoesqueletos.