Análisis Scarlet Nexus - Encuentra el hilo rojo que te une a un gran Action-RPG

Terminar Scarlet Nexus nos llevará en torno a las 25 horas, con una trama muy intensa y bien desarrollada en la que no faltan las sorpresas, traiciones o cliffhangers, y que vamos a disfrutar con pequeñas diferencias según el protagonista que elijamos; esto no solo afecta al sistema de combate, también sutilmente a la trama, nuestros intereses románticos, y justifica que los más fans puedan darle una segunda vuelta en un futuro. Lo mejor es que funciona muy bien, y engancha de principio a fin.

Más allá de la historia principal encontramos un buen número de misiones secundarias que suman otras 8-10 horas a la fórmula, aunque son bastante repetitivas, y nos sirven para exprimir el sistema de combate, llevar al máximo las relaciones con cada personaje secundario y personalizar a nuestro equipo al máximo... Si entramos en esa dinámica, es muy probable que el juego supere las 60 horas.

El apartado jugable es uno de los apartados más trabajados de Scarlet Nexus, con batallas en 3D de lo más emocionantes que abren distintas opciones y estrategias según nuestra forma de jugar. Para empezar tenemos 2 héroes a elegir, Yuito y Kasane, que apuestan respectivamente por la acción a corto rango y los devastadores combos, o las dagas voladoras y la acción a media distancia buscando el esquive y la espalda del enemigo. Esto se combina de una forma muy interesante con nuestros poderes psíquicos, que son todavía más determinantes, y que nos permiten romper la guardia de los enemigos, bloquearlos temporalmente o lanzarle casi cualquier cosa que encontremos en los escenarios, desde contenedores de basura a farolas.

Una vez dominada la base, tenemos un paso más; el Scarlet Nexus - o Enlace Escarlata nos permite encadenar nuestras mentes con las de otros personajes de nuestro batallón, siempre que hayamos formado ya una relación con ellos. De esta manera podremos abrir un amplio abanico de ataques especiales que potenciará los nuestros con fuego (piroquinésis), buscando los puntos débiles del enemigo (clarividencia), haciéndonos temporalmente invisibles, multiplicando nuestra velocidad... Cada aliado nos dará ventajas muy interesantes, y nosotros podremos decidir en cuál queremos profundizar más, algo que se adapta tanto a nuestra forma de jugar como a la historia o personalidad del personaje en sí. Esto funciona muy bien, y hace mucho más interesante desarrollar las batallas secundarias (y vivir las escenas intercaladas, ya que el juego tiene un buen montón de historia y escenas pasivas, al estilo de un RPG).

Quizá el punto más fuerte de Scarlet Nexus es su historia, su puesta en escena y cómo destila personalidad por cada uno de sus poros; lo que sería un gran anime se ha desarrollado de una forma inteligente y dinámica como una estupenda trama de videojuegos, tomándose el tiempo necesario para desarrollar a los personajes, sus conflictos, hacernos ver los pros y contras de un mundo misterioso en el que las mentes pueden enlazarse (con bastante más profundidad que simplemente ganar poderes en la batalla), y haciéndonos vivir las emocionantes batallas de la FSA - Fuerzas de Supresión de Alter -, presentando un nuevo peligro de forma muy emocionante cuando pensábamos que ya habíamos solucionado la anterior. Además se tocan temas realmente interesantes, como la discriminación, el envejecimiento, la presión del gobierno...

Por supuesto, la traducción al castellano y el buen hacer de los guionistas ayuda a que sea muy interesante y adictivo meterse en este mundo, investigar sobre los personajes secundarios (con un sistema de regalos que recuerda a Fire Emblem: Three Houses o Persona 5) y ver sus historias ocultas. Es cierto que este desarrollo es un poco lineal y podría haberse llevado de una forma más interactiva, pero a nosotros nos ha parecido realmente muy bien encajado, y hemos acabado enamorados de algunos secundarios, y con ganas de seguir inmersos en este mundo.

Visualmente Scarlet Nexus es un gran título, pero más por el acabado artístico que por el técnico, con un estupendo trabajo de los diseñadores Tatsuya Watanuki y Kohei Rukugawa, que le han dado muchísima personalidad y una estética única a este mundo de enlaces mentales de color carmesí y terribles monstruos. Lo más llamativo es un sistema de batalla que aprovecha realmente los entornos, y ahí hay que destacar la posibilidad de lanzar elementos a nuestros enemigos, o lo bien que se desarrolla la acción; por contra, los niveles son bastante lineales, y con algunas zonas un tanto repetitivas. Lo mejor es que se ha conseguido acción a 60FPS muy estables en consolas de nueva generación.

La banda sonora también funciona muy bien; el talento de Hayata Takeda ha permitido incluir un buen montón de melodías llenas de vida - y de todos los estilos, desde el jazz a temas electrónicos estilo Cyberpunk - que ambientan a la perfección las distintas etapas del juego. Agradecemos también que se incluya el doble doblaje (el original japonés y uno en inglés de bastante calidad), pero especialmente la traducción de textos al castellano.