Análisis Rooms - Cambiará tu forma de entender la construcción

El mundo de Rooms nos propone más de 100 puzles, que irán desbloqueando más contenido y logros y que luego podremos volver a jugar buscando crear un patrón concreto, contrarreloj o con límite de movimientos. Eso sí, los extras son poco interesantes, y la historia no invita a seguir jugando. No hay descarga de nuevos puzles, y aunque hay un generador para nuestros propios enigmas de habitaciones, sin Wi-Fi no tiene mucho sentido

Rooms se controla la interfaz táctil, aunque no resulta demasiado precisa por un mal aprovechamiento de las posibilidades de DS (incluida la doble pantalla y el Wi-Fi). Muchos de los elementos de las habitaciones son difíciles de identificar, haciendo la acción confusa. Los elementos básicos - como teleportarse - son demasiado lentos, y ralentizan la acción.

Hay que reconocer el interés por innovar en los inspirados puzles - la mejor parte del juego - de dificultad estudiada y creciente. Más allá del movimiento de las habitaciones se añaden elementos como llaves y dinamita para abrir puertas junto a otros más sorprendentes como telefonos teleportadores, o armarios intercambiadores de habitaciones. Sin embargo, el juego arrastra un fallo importante, una notable falta de personalidad, diseños completamente genéricos y una historia poco inspirada

Discretísimo a nivel gráfico, lo pobres que resulta la representación de las habitaciones de Rooms hace confuso incluso distinguir los elementos jugables - escaleras, separaciones -, despistando al jugador. Un diseño más claro y colorista no le hubiera sentado nada mal al juego. La banda sonora se limita a ambientar, los FX son medicres y el aprovechamiento de las capacidades de DS mínimo. Al menos nos llega traducido al castellano