Pac-pix para Nintendo DS - Análisis

El pasado día 20 de Mayo se puso a la venta en nuestro país la última apuesta de Namco dentro de la saga ?Pac-man?, el clásico comecocos que revolucionara hace bastantes años el mundo de los videojuegos. En esta ocasión, una versión bastante renovada del original para Nintendo DS donde se aprovechan varias de las funcionalidades para esta nueva consola, como el uso de las dos pantallas como extensión de juego o la pantalla inferior táctil para crear un nuevo concepto que, a buen seguro, se utilizará muchísimo en esta nueva plataforma a partir de ahora, como es el tener que crear al nuestro héroe con el stylus que evolucionará con nuestras órdenes. Como ya os contábamos en nuestras impresiones, Pac-pix seguirá una temática muy similar a los anteriores títulos de esta saga, donde un personaje con forma de pizza sin uno de sus pedazos deberá devorar a cuantos fantasmas nos aparezcan, cada uno de ellos con unas características diferentes.

La principal diferencia radicará en que no sólo tendremos que controlar a una serie de personajes en pantalla, sino que tendremos que crearlos así como a las distintas ?herramientas? que utilizaremos para pasar de pantalla. Por ejemplo, crear a Pac-man para que se coma a los fantasmas, dibujar bombas para romper sus corazas o pintar flechas que salgan disparadas hacia interruptores, tanto en la pantalla inferior como en la superior, y que estos activen ciertos mecanismos, todo ello simultáneamente y evitando en la medida de lo posible que nuestros protagonistas salgan de la pantalla y haciéndolo en un tiempo límite (distinto en cada nivel) y con un número máximo de pacman, también determinado por el propio nivel. Éste es el concepto de Pac-pix pero, ¿funciona?

Tremendamente divertido el ver como tu propio ?bicho? toma vida en pantalla y se come a unos fantasmas que pululan por allí. Fases llenas de ingenio hacen que cada nivel sea desafiante.

Partimos de la base de estar delante de un título tremendamente simple en realización y concepto, que suelen ser los resultantes de los juegos más divertidos, como es de hecho el caso, ya que desde que dibujemos nuestro primer ?churro? de pacman en una pantalla semi-vacía hasta que seamos verdaderos maestros en dibujarlos y controlarlos, no pararemos de divertirnos y de estar atrapados en el juego. Cada fase se compone de 5 niveles que se terminarán, como máximo, en 2 minutos cada uno, con lo que su desarrollo será muy rápido y dinámico, cumpliendo perfectamente con la definición de ?experiencia portátil?. Además, son lo suficientemente variadas como para tenernos pegados delante de la maquinita y querer terminar los doce niveles de los que se compone el juego.

A medida que avanzamos de nivel, mayor será la dificultad en resolver los puzzles que se nos plantean, y donde tendremos que combinar las distintas habilidades que nos van enseñando para pasar al siguiente. Como ejemplo de combinación de las habilidades, en numerosas ocasiones deberemos lanzar flechas a la pantalla superior con el ángulo adecuado para que, al rebotar en un espejo situado en dicha pantalla, salgan disparadas hacia un interruptor colocado en una esquina que activará una pequeña llama en la pantalla inferior que nos permitirá dibujar una bomba y encenderla su mecha para romper la armadura de los fantasmas y así poder dibujar un pacman y que se los coma, todo ello en 120 segundos y con varios fantasmas pululando por la pantalla que nos impedirán dibujar las flechas de forma fácil. ¡Super-adictivo!

La creación y control de nuestros personajes se realizará de una forma fácil y eficaz, sin excesivos problemas en el momento en el que cojamos el ?tranquillo? al stylus. Fases de desarrollo rápido que harán que nos quedemos sin juego muy pronto y nos deje con ganas de más.

Un pequeño tutorial al comenzar el juego nos guiará en el proceso de ?creación? de nuestros ?pacman?, ya que hay que dibujarlos de una forma determinada, comenzando por la parte superior de la boca y continuando en forma descendente hasta terminarlo. Si dibujamos un pacman perfecto pero no hemos seguido el orden que nos marca el juego, el pacman desaparecerá y tendremos que crear otro. Una vez dibujado, el pacman tomará vida y comenzará a andar en la dirección en la que lo hemos creado. Para cambiar de dirección, crearemos un muro y al chocar contra él, cambiará de rumbo hacia la dirección en la que hayamos dibujado dicho muro. También deberemos dibujar bombas o flechas siguiendo el mismo ritual que los pacman, ya que hay que seguir el boceto que se nos indica en cada uno de los tutoriales de creación. Aún así, no resulta complicado pintar con el stylus a nuestros ?héroes? en pantalla y que estos cobren vida. A la hora de comenzar a jugar, vemos como contaremos con 12 niveles estructurados en 5 fases cada uno, algunas con jefe final incluido que deberemos averiguar como acabar con el. Estos doce niveles nos parecerán suficientes nada más comenzar el juego, aunque a medida que jugamos, vamos viendo como estos van cayendo de forma relativamente rápida, así que corremos el riesgo de quedarnos sin juego en muy poco tiempo.

Aunque una vez superado los doce niveles, no terminará la cosa ya que podremos repetir las fases hasta conseguir desbloquear todas las cartas que nos darán cada vez que terminamos uno de los niveles con una puntuación alta, con lo que aún nos quedará cartucho para rato. Eso sí, para aquellos que busquen un título largo con muchísimas fases, Pac-pix se le quedará corto en muy poco tiempo, ya que aún lleno de imaginación, doce niveles con cinco fases cada una da como resultado poder acabarse el cartucho en un par de días jugando entre dos y tres horas al día (como mucho), quedándote como único aliciente el de conseguir las cartas, algo que a muchos le resultará muy pobre. También echamos de menos algunos elementos más que se unan a las herramientas que podemos usar, para lo cual vuelven a ser necesarios más niveles donde poder combinarlos...

Un título lleno de originalidad que no se parece casi en nada a sus antecesores ni a ningún otro título visto en consola alguna. Un referente para otros juegos la posibilidad de crear personajes y herramientas para el desarrollo de casa nivel. Muy imaginativo.

Teniendo en cuenta que estamos ante una revisión de uno de los primeros títulos en crearse en el mundo del videojuego, nos hace pensar que difícilmente nos encontremos ante un título original. Pero el propio concepto de juego en una consola como Nintendo DS convierte a Pac-pix en un producto nuevo y sorprendente gracias a la introducción del elemento de dibujar a nuestros héroes, así como a las herramientas que necesitaremos para el término de cada nivel. Cada nivel añadirá alguno de estos nuevos ingredientes, combinando con los anteriores y algunos de los clásicos para formar un nivel totalmente nuevo al anterior, con un nuevo puzzle a resolver. Casi podíamos decir que no tiene nada que ver con un Pac-man tradicional si en lugar de dibujar a Pac-man, dibujásemos otro personaje, ya que casi nada tiene que ver con títulos anteriores.

De hecho, hasta los fantasmas son diferentes ya que, si bien encontramos a algunos viejos conocidos con sus comportamientos conocidos (el fantasma rosa ?pinky? es el que menos corre, o el azul el que más), otros fantasmas tienen sus propias habilidades como echar pintura en la pantalla en ciertos lugares donde no podremos pintar nosotros y teniendo que buscar huecos para hacerlo o fantasmas a los que hay que comerse de espalda, ya que tienen una coraza delantera o fantasmas con una numeración a los que hay que comerse en orden.

Con un gran funcionamiento en el reconocimiento de nuestros dibujos en pantalla, Pac-pix cae un poco en picado en el resto de apartados técnicos del juego. Fondos excesivamente vacíos y simples y melodías repetitivas que nos acompañarán en el desarrollo de los niveles.

A nivel técnico, habría que decir que Pac-pix es un juego con un acabado a nivel interno algo pobre a nivel externo. Esto quiere decir que lo que veis en cada una de las pantallas que acompañan al análisis es lo que vais a ver en el juego, ni más ni menos, ya que se nos presenta con una serie de pantallas estáticas sin movimiento ni scroll de ningún tipo. Quizás, algunos fondos algo más trabajados, posibilidad de scroll o algunos otros elementos interactivos hubiesen aportado mayor variedad al acabado gráfico. Sin embargo, a nivel interno, el apartado técnico muestra un gran acabado técnico, ya que el reconocimiento de las formas en pantalla, tanto las de pacman, como las flechas o las bombas están a gran altura e incluso, algunos borrones pueden tomar vida y engullir a los fantasmas como si del pacman más lúcido se tratase.

En cuanto al aparato sonoro, las melodías son remezclas de algunos temas clásicos que nos acompañarán durante toda la partida las cuales, aún sin llegar a ser machaconas, son excesivamente repetitivas y cortas. Contando con que estamos ante un juego para portátil que, por regla general, será jugado en pequeños intervalos de tiempo, este punto no es excesivamente preocupante aunque sí debería haber sido tenido algo más en cuenta.