Aunque se cayó de la parrilla de lanzamiento de la consola,
Steel Diver ha sido un título muy a tener cuenta; es la propuesta más original del catálogo de la consola de Nintendo, viene apadrinado por el propio
Miyamoto (que hablaba del juego como un juego de
mascotas en el que teníamos un submarino). Por fin tenemos el juego en nuestras manos, y toca evaluar... ¿Promesas cumplidas? Sí, pero a medias...
Steel Diver divide su acción entre 3 modos principales:
- Modo Submarino. El modo principal del juego es una mezcla entre
shoot'em up y simulador, en el que tenemos que explorar el fondo del mar y abrirnos paso con nuestros torpedos entre navíos enemigos, minas, cargas de profundidad e incluso monstruos marinos. Nuestra primera decisión será seleccionar submarino, y para ello tenemos 3 opciones:
* Un modelo pequeño y fácil de manejar que puede disparar hacia delante y hacia arriba, pero con poca resistencia y potencia de fuego
* Un modelo equilibrado entre velocidad y potencia, que tenemos la posibilidad de inclinar para disparar hacia donde digamos.
* Un modelo muy rápido, resistente y potente, pero mucho más difícil de controlar.
Con estas 3 embarcaciones tendremos que superar 7 misiones (con 2 desbloqueables), intentando hacerlo en el menor tiempo y con el menor daño posibles (aunque nuestro submarino se recupera lentamente si lo llevamos a la superficie), aprovechando las cualidades de cada uno. Para hacer la experiencia más divertida podremos conseguir
emblemas con los que mejorar las características de los submarinos. El control se basa
completamente en la pantalla táctil, desde la que controlamos la velocidad, altura, el lanzamiento de misiles... Incluso podemos
enmascararnos unos segundos para pasar desapercibidos en el radar.
El modo submarino también tiene una versión contrarreloj que nos obliga a ajustar al máximo el tiempo / la velocidad para cumplir las misiones, e incluso competir con nuestros
fantasmas o cargar los fantasmas del equipo de programación.
- Modo periscopio. Aquí toca levantarse del asiento, y utilizar el giroscopio de la consola como si realmente estuvieramos buscando a nuestros rivales bajo el mar, disparando luego en la pantalla táctil (aunque hubieramos preferido el gatillo o un botón). Además de utilizar con inteligencia el
zoom (que hace más fácil acertar al rival, pero nos hace perder campo de visión general) también tenemos que calcular la trayectoria y velocidad de movimiento de los rivales, e intentar abatirlos con un solo torpedo.
- Modo Batalla Naval. Parece que este modo era una especie de
hundir la flota, en el que situamos nuestros barcos e intentamos hundir los del rival con nuestro submarino antes de que él haga lo mismo con los nuestros. ¿El problema en la práctica? Que la suerte es demasiado determinante, ya que no hay una relación directa con nuestra inteligencia táctica. Para empezar no situamos los barcos nosotros, sólo elegimos configuración determinada. Después, sólo podemos mover una embarcación por turno (hay que elegir entre atacar o defender, ralentizando las batallas), y por último dar con el rival y que este no nos hunda (con barcos que lanzan cargas de profundidad que impactan o no por suerte). Hay 9 mapas desbloqueables, pero en general uno se queda con la sensación de que su victoria es fruto la baja IA enemiga y un poco de suerte; otro fallo es no poder pasar las secuencias en las que recibimos ataques (y en las que no hacemos nada) resulta aburrido a las pocas partidas.
Si bien terminar el
modo submarino con un sólo vehículo puede llevarnos 2-3 horas, esto es sólo el principio
para los jugadores completistas; desbloquear todos los emblemas y conseguir las mejores puntuaciones en cada modo nos llevará 5 ó 6 veces más, llevando la duración máximo hasta las
15-20 horas de juego si queremos conseguir el 100%. Además, el juego nos permite jugar en el modo
Batalla Naval contra cualquier otro usuario de 3DS en una partida local; no es igual que tener modo online, pero es un interesante valor añadido para el juego (y para el modo, que con un rival de verdad mejora bastante).
Steel Diver resulta, en conclusión, un título divertido y completo, y sin duda lo más original que ha pasado por nuestra
3DS desde su lanzamiento... Quizá su mayor pega sea su precio, que hace difícil darle una oportunidad
a lo loco; aún así, si os atrae la propuesta y sois de los que disfrutáis compitiendo contra vosotros mismos, no deberíais perdéroslo.