Nos vamos a encontrar con algunos elementos muy bien enfocados mezclados con otros que deberían haberse pensado y trabajado mucho más. No es que las ideas utilizadas sean malas en absoluto, pero sí que ofrece un conjunto descompensado en muchas áreas. Hablamos de un juego con un sistema de combate más o menos táctico en el que cada uno de los ocho personajes que controlamos lleva un tipo de arma diferente que se controla de forma diferente. Algunas son más rápidas que otras como en todos estos juegos, pero en hay una diferencia importante a la hora de controlarlas como es que
según el arma será más fácil hacer el típico parry (quite en el juego) que en otras, o incluso no tendremos ni que hacerlo ni una sola vez. Por ejemplo, si vamos con una espada o con las mazas, al ser rápidas es más fácil hacer el quite o contraataque, pero si el enemigo ha comenzado el ataque lo mejor será esquivar, mientras que si vamos con un hacha grande por ejemplo, al ser más lentas el quite es más complicado (no mucho, solo un poco), pero los enemigos no paran nuestros ataques una vez comenzados, así que podremos acabar con ellos con más facilidad.
El sistema de combate es, quizás, el elemento más divertido de todo el desarrollo, ya que además de saber cómo manejar las armas tendremos que averiguar los comportamientos de cada enemigo, lo cual no es excesivamente complicado porque no hay un número excesivo de ellos, y éste será el secreto para ir avanzando en cada una de las diez mazmorras del juego. Sin embargo, cuenta con un sistema de dificultad aleatoria que no parece estar demasiado bien medido ya que coloca a los enemigos y su dificultad en cada una de ellas según le viene al inicio de cada partida, con lo que podemos pasarnos el juego sin dificultad de ningún tipo en nuestra primera partida y morir todas las veces en el segundo intento como me pasó a mi. En la primera partida entré en la mazmorra de Osseus (la primera a la izquierda nada más comenzar el juego) y maté al enemigo a la primera sin dificultad, mientras que al finalizar el juego y volver a comenzarlo lo volví a intentar y sus enemigos eran tremendamente más duros y protegidos y me mataron a dos héroes y tuve que dejarlo como uno de los últimos. Esto puede llegar a ser un poco frustrante porque
no hay forma de salir de la mazmorra una vez has entrado salvo pasándola o muriendo dentro, lo que hace un poco un sistema de ensayo y error que tan poco me gustan personalmente en los juegos.
Aún así, la experiencia general es gratificante, ya que no es un juego excesivamente complicado y, si tienes suerte,
puedes acabar con todos los dioses en unas 4-5 horas, siempre que el sistema de dificultad no decida crearlas más complicadas y ponerte a los enemigos más difíciles al principio. Le echamos en falta una Nueva Partida + por ejemplo que genere mazmorras más difíciles, o que cambien para hacerlo algo más rejugable, poder asignar además de las armas algún punto a los héroes con algún sistema de evolución que también hace de forma aleatoria sumando y restando a destajo y tantas otras opciones que podrían haber hecho de este God will Fall uno juego de primera fila. No está nada mal, y el camino es el correcto.