Análisis Call of Duty Modern Warfare - Diversión casi sin límites

A pesar de puntuarlo con la máxima nota, no voy a decir que este Call of Duty Modern Warfare sea perfecto o que no tenga ningún fallo. Simplemente, los fallos que tiene no son suficientemente importantes como para quitarle ningún punto, y encontrar un juego tan redondo a nivel adictivo o de diversión es complicado. El multijugador sigue siendo una maravilla cuando te haces con él y aprendes los elementos fundamentales para no morir todo el rato a manos de jugadores expertos, y aunque se han reducido drásticamente los modos de juego (a menos de lanzamiento), contaremos con unos cuantos que siguen resultando suficientes para divertirse de lo lindo durante meses, y eso sin contar a los que llegarán más adelante. Además de los clásicos, jugar partidas nocturnas resulta toda una experiencia, con jugadores que ya no van tan corriendo por todas partes, y no pueden utilizar la mira ya que al hacerlo se activa el láser acoplado a nuestra arma y desvelamos claramente nuestra posición al enemigo. Añadirle también el modo Guerra Total, poder jugar con otros jugadores de otras consolas o PC, y haber retocado ligeramente todos los sistemas del juego como son la mejora de nuestro personaje o de las armas o las personalizaciones consiguen un conjunto lo suficientemente redondo para ser uno de los mejores CoD que existen en la actualidad a nivel multijugador.

No quiero dejar pasar la oportunidad de mencionar el modo campaña, y que posiblemente sea el mejor modo campaña de todos los Call of Duty hasta la fecha. Tiene la suficiente duración (entre 6 y 7 horas) como para enganchar a cualquiera hasta finalizarlo, y cuenta con la intensidad en momentos concretos y la relajación en otros para compensar cada una de las fases. Además, y quizás lo más importante, consigue transmitirnos la total crudeza de la guerra en la que mueren toda clase de personas de cualquier condición, edad e índole, y de cualquiera de las formas, además de presenciar en primera persona la experiencia de ser torturado (salvando muchísimo las diferencias; es un videojuego después de todo). Me ha encantado a pesar de contar con algunos elementos que no deberíamos existir en los videojuegos como la generación infinita de enemigos o la IA un tanto sospechosa que hace que tus aliados estén prácticamente de adorno y los enemigos solo te vean a ti por todas partes. Estos fallos se pueden perdonar dentro del conjunto global.

Es difícil ponerle peros a nivel jugable a un Call of Duty, ya que sus tres modos de juego son suficientes como para contentar a casi cualquier jugador que busque un buen juego acción. Un modo historia intenso con diferentes niveles de dificultad, multitud de armas con diferentes comportamientos, todos ellos suficientemente realistas para contentar al público que busque realismo extremo y jugabilidad accesible, y muchos cambios entre misiones que nos llevan a situaciones tan dispares como infiltrarnos en una vivienda, escapar de una prisión o atacar un almacén plagado de enemigos entre otros. Eso sí, cada una de las 15 misiones de la campaña están pensadas para ser jugadas de una sola forma, por lo que no tenemos la suficiente libertad y el camino sigue siendo igual de lineal que en el resto de CoD, pero es justo lo que sus aficionados demandamos. Tampoco hay suficiente rejugabilidad salvo la de cambiar el nivel de dificultad del juego, ya que se han suprimido todos esos coleccionables que entregas anteriores tenían, por lo que puede que sea una de esas historias que la hacemos una vez y la abandonamos por completo.Para el modo cooperativo, Operaciones Especiales, se ha optado por abandonar los zombis gracias a Dios, y que conste que nos encantan y nos volverán a encantar en el CoD de 2020. Sin embargo, ya estábamos un poco cansados de tanto zombi cada año. En esta ocasión contamos con una continuación del modo campaña en el que controlaremos a un personaje de un grupo de cuatro como máximo y en las que también tendremos múltiples situaciones como defender una posición, robar unos datos o atacar un punto concreto de un extenso mapa, todo ello con una jugabilidad mucho más directa y menos complicada que los otros modos cooperativos a los que estábamos acostumbrados, y que creo que es algo bueno por seguir extendiendo la vida del modo campaña, con sus mismos personajes, algunos guiños a Call of Duty 4 (el primer Modern Warfare), y contándonos más de la historia de la campaña principal. Aquí tenemos más libertad de juego al ser los mapas más grandes y, es más rejugable por ser cooperativo y poder montar tácticas con tu propio equipo en el que cada uno cubra un rol concreto. Pierde la intensidad de la campaña o el multijugador no está nada mal tampoco.Por último, y a pesar de lo que parecía cuando nos enseñaron el juego por primera vez, el multijugador sigue siendo todo lo CoD que sus fans podrían esperar, con una experiencia rápida y dinámica,muy fluida y con los suficientes modos como para no aburrir a ninguno. Se le han eliminado algunos modos multijugador que pocos jugadores juegan y se ha creado uno nuevo, Guerra Total, que perfectamente podría haberse llamado Battlefield por seguir casi con totalidad todos los preceptos del juego de DiCE, con un mapa enorme, 64 jugadores en pantalla, vehículos que pueden ser controlados por más de un jugador, e incluso uno de sus mapas que nos recuerda mucho a Shanghai de Battlefield 3 incluyendo un enorme edificio en su zona central. Seguir contando con los modos clásicos como Dominio o Baja confirmada, sumarle el Guerra Total para encontrar algo ligeramente diferente, o incluso los mapas nocturnos que cambian por completo la forma de jugar, hacen un conjunto lo suficientemente bueno desde su lanzamiento, y para los que a buen seguro que tendremos más modos vía DLC en un futuro próximo.

Innovación en Call of Duty; no es precisamente el punto más destacado de juego, pero que tampoco lo han pretendido durante los últimos años lanzando uno cada doce meses a pesar de ser diferentes compañías las responsables. El objetivo claro está en darle a sus fans un multijugador con el que entretenerse durante el año, con modos y mapas nuevos y ligeros retoques en la jugabilidad, y es eso precisamente lo que vamos a encontrar en este Modern Warfare. Sí que me han gustado muchos de los elementos de la historia y la forma en la que está contada, con algunos momentos realmente crudos y duros que viviremos en primera persona, y es precisamente lo que los fans de la saga demandamos. Es y siempre ha sido un juego para adultos donde se intenta reflejar diferentes conflictos bélicos, y estos deben ser duros, crudos y que nos hagan pensar, y creo que con Modern Warfare lo consiguen plenamente, especialmente en ciertos momentos de ciertas fases.

Esto también ha sido así por el intento de sus creadores de hacer un juego lo más realista posible, y de hecho, han esgrimido este argumento en todas las presentaciones que han realizado en el juego en las que acudían con sus asesores militares. Y está claro que en muchas partes del juego, como en la propia historia, el comportamiento de las armas, lo que sucede con nuestros personajes, las fases de infiltración y el movimiento de nuestros hombres, o incluso a nivel técnico, vemos este realismo que sí que se ha plasmado con gran fidelidad, y que después queda un poco en entredicho al ver el comportamiento de los enemigos que solo disparan al jugador y, esporádicamente a algún miembro de nuestro equipo, o incluso ver que el propio capitán del escuadrón siga como un borrego al teniente del mismo. Vamos a ignorar este ?realismo? por el momento.

En el multijugador o en el cooperativo tampoco encontramos innovación ni demasiados elementos originales a mencionar. Sí que me ha gustado el modo nocturno, sobre todo porque no es como en otros juegos un mapa donde no se ve pero se sigue jugando de la misma forma, sino que utiliza los láseres de las armas como forma para que te vean los enemigos cuando apuntamos, lo que nos obliga a jugar e otra forma. El modo de juego Guerra Total también es un gran añadido a la saga y es la respuesta al Battle Royale del año anterior que no tenemos o a Battlefield en particular jugándose de forma muy parecida. No obstante, es la primera vez que lo vemos en Call of Duty, y aunque falta por pulir algunos detalles, es algo que funciona y es fresco en la saga. Como digo, hay que hilar muy fino para encontrar elementos originales en Modern Warfare, ya que a esta saga le pasa parecido a otras como FIFA, donde casi todo es nuevo con respecto a años anteriores pero los elementos solo los van a poder apreciar aquellos que juegan todos los años durante meses, están en ligas o clanes o echan todo el tiempo libre que tienen en ellos. Pequeños ajustes en el matchmaking, el crossplay (poder jugar con jugadores de otras consolas y PC), los cambios en el cooperativo, o algunos detalles en el modo campaña consiguen que tengamos una sensación de frescura general sin llegar a ver ningún elemento realmente innovador en ninguna parte. Aún así, el esfuerzo realizado se nota y merece la pena.

Está claro que los chicos de Infinity Ward han tenido que sudar tinta para conseguir el resultado técnico que vemos en Call of Duty Modern Warfare. La expresividad en las caras de los personajes, la resolución del juego, el movimiento suave y fluido en todo momento, los escenarios plagados de detalles... Todo es sobresaliente en esta entrega en la que, por fin, se nota un salto cualitativo con respecto a anteriores entregas, y que se desmarca como uno de los juegos más bonitos de la agonizante actual generación de consolas. Este engine será pieza clave para próximos desarrollos de la saga, y que a buen seguro se utilizará para PS5 y Xbox Scarlett en las siguientes entregas aprovechando la compatibilidad. De hecho, el ver un mapa multijugador grande como en Guerra Total con la misma fluidez de movimientos que en otros modos multijugador hace plantearse que, hasta ahora, DiCe podía haber exprimido aún más su engine y conseguir algo similar, pero quizás no han podido por algunas limitaciones técnicas (o bien por la deformación dinámica de los escenarios que en CoD aún no tenemos).

A nivel sonoro también estamos ante un excelente juego y que, como no, se encuentra totalmente doblado al español de forma magistral en casi todas sus partes. Y decimos que en casi todas porque hay una voz que chirría sobremanera con respecto al conjunto global y es la de la actriz y cantante Najwa Nimri, y que no tiene la intensidad en su actuación como la del resto de personajes. Podría ser un detalle menor, pero es que cada vez que se escucha parece que se acabase de levantar de una siesta, y mientras que el resto de personajes tienen mucha presencia en pantalla, es escuchar su voz y matar toda la actuación del resto. A veces las compañías eligen a actores y actrices conocidos para llamar más la atención sobre un producto, y aunque algunas de estas sí que consiguen su el resultado esperado, aquí no funciona para nada. La banda sonora corre a cargo de Sarah Schachner, quien ya colaboró en la saga en dos ocasiones con Infinite Warfare y Modern Warfare 3, y que en esta ocasión vuelve a conseguir un acompañamiento a la acción muy sonoro y perfectamente acompañado con la utilización de baterías y orquesta perfecta para cada momento, redondeando el conjunto técnico casi perfecto.