Análisis de Atomic Heart - Una gran aproximación al modelo de Bioshock que no llega a conseguirlo

El problema principal que tiene Atomic Heart está en el propio jugador, ya que es muy sencillo ver vídeos o leer a gente y pensar que se trata de un FPS al uso en el que podemos ir acabando con la vida de los enemigos, o incluso que sus similitudes con Bioshock son tantas que no vamos a encontrar excesivos problemas para avanzar. El juego es difícil incluso en su modo normal, pero lo es probablemente porque el diseño no ha sido tenido del todo en cuenta cómo solemos jugar los jugadores, y aquí te piden que te adaptes mucho a cada zona. Todo el mapa está repleto de enemigos complicados de vencer y zonas que los regeneran. No podemos pasar inadvertidos casi nunca por culpa de escáneres que nos detectan a cada paso y nos envían sus legiones, y para colmo contamos con muy poca munición y/o poderes para lidiar con ellos. Como jugadores no estamos acostumbrados a este tipo de situaciones, y a pesar de ser un FPS tiene que ser jugado casi como un Dark Souls, es decir, pasito a pasito, suave suavecito, acabando con los que nos detectan primerito, y con los que los regeneran "despuesito", siendo este el motivo por el que el juego cuenta con un desarrollo muy lento en muchas ocasiones.
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A pesar de todo esto, de su desarrollo lento, o de la falta de recursos para crear armas y munición adecuadas, el juego se deja jugar gracias a la historia que está bastante bien conseguida y que incluso tiene algún que otro giro argumental de lo más curioso, aunque también pueda dar la sensación de que está muy rebuscado. Hay gente que parece que no entiende demasiado bien lo que se cuenta argumentando incluso que es pro-comunista o que intenta alabar sus precepto, y resulta ser todo lo contrario tan pronto le dedicas alguna que otra hora, mostrando una sociedad excesivamente controlada en la que, además, se pretende aún más control y la eliminación del libre albedrío. Hablamos de un desarrollo que puede llevarnos algo más de veinte horas en finalizar si nos olvidamos de las mejoras de la mayoría de las armas, lo cual también es bastante lógico porque no son necesarias en su gran mayoría, y durante este tiempo vemos varios cambios de historia incluso en el propio protagonista, que comienza sirviendo a la Unión Soviética a pies juntillas y acaba? bueno ya lo veréis si decidís intentarlo. A pesar de todo, Atomic Heart es divertido si se sabe cómo se juega, si uno de adapta a su forma de jugar, e intenta olvidarse de prejuicios establecidos por otros muchos juegos de corte similar, y el motivo es porque a pesar de ser un FPS, no se juega ni remotamente parecido a ninguno.

Cal y arena para el apartado jugable, ya que Atomic Heart es capaz de ofrecer lo mejor y lo peor en un mismo pack. Si habéis jugado a Bioshock vais a encontrar unas mecánicas muy similares, aunque a la hora de jugar den una sensación diferente. Como todo bien FPS tenemos una selección de armas que podemos usar, aunque previamente hay que construirlas con las partes y las piezas que vamos encontrando, pero también tenemos que ir construyendo la munición que se encuentra de forma muy escasa. Adicionalmente contamos con ciertos poderes similares a los plásmidos que en este caso se crean por polímeros pero cuyo funcionamiento es similar aunque su uso es meramente de apoyo más que como ataque principal. Aún así, el uso de uno de ellos, chorro polimérico, es el más importante de todo puesto que sirve para aumentar el daño del fuego o del hielo y lo tendremos que usar con los enemigos más grandes para no morir en el empeño. Y es que Atomic Heart no es un juego sencillo precisamente por esto mismo, ya que no hay mucha munición, hay que irlas creando a cada paso y no siempre vamos a poder hacerlo, por lo que la combinación de poderes y munición resulta vital para poder ir avanzando.

Al final, poco a poco vamos averiguando cómo jugar combinando habilidades y armas, pero en muchas ocasiones resulta todo muy forzado por culpa precisamente de no ofrecer las herramientas para ello. El juego se divide en zonas interiores que, por regla general están muy bien conseguidas, con otras exteriores repletas de enemigos con los que es mejor no enfrentarse por su elevado número. No contamos con suficiente poder para luchar, ni tampoco con suficiente munición, ni tampoco con habilidad de sigilo para pasar inadvertido. Como ya os hemos dicho en muchas ocasiones, cuando un juego nos deja usar sigilo para que no ser detectado, este debería contar con herramientas para ello, como un escáner, minimapa, o habilidades de instinto como en The Last of Us Parte II, es decir, algo que nos permita saber quién nos está viendo, o dónde están mirando. Esto no ocurre en Atomic Heart, lo que hace que en el 100% de las ocasiones alguien nos vea y el enfrentamiento sea como Thanos, inevitable. En las zonas interiores tiene un pase porque no hay tantos enemigos, pero en el exterior además de haber muchísimos se regeneran de forma infinita a los pocos segundos, así que para que esto no suceda hay que estar destruyendo los robots que los regeneran, así como los escáneres que nos detectan, y por último a la decena de otras criaturas que se encuentren en la zona, volviéndose un auténtico tostón pasar por cualquier zona exterior del juego, y son muchas.

Echar un vistazo a las imágenes y los vídeos del juego es más que de sobra para saber que la imaginación que han echado sus creadores en crear este fantástico universo es digna de elogio. La ambientación, los enemigos, las situaciones, y todo lo que está creado en el juego es alucinante, pero no solo queda en lo referente al apartado técnico y artístico, ya que a nivel jugable también vamos a encontrar un buen puñado de elementos no vistos hasta ahora en ningún juego. Si has jugado a algunos otros FPS en los últimos años, o incluso a algunas de las aventuras de acción en primera persona estilo Bioshock, puedes ver algunas (o muchas) reminiscencias en muchos conceptos, lo cual también es bastante lógico porque los juegos se suelen parecer entre sí. Y es cierto que Atomic Heart bebe y mucho de la saga de juegos de Irrational Games, pero también ha sabido darle una vuelta de tuerca a muchos de sus elementos, como es el uso de ciertas habilidades, la creación de las armas y la munición, o las situaciones y puzles que vamos a encontrar durante todo el desarrollo.

Solo hay un ?pero? en este apartado que es algo que decimos en muchas ocasiones. Un juego puede tener mucha innovación o elementos originales y no tener un gran apartado de innovación por culpa de que estos elementos no funcionen bien, y en Atomic Heart el problema está en, probablemente, la inexperiencia de sus creadores a la hora de hacer juegos. Cuando juegas por primera vez te das cuenta que hay muchas cosas que no sabes cómo utilizar, e incluso que no llegas a utilizar nunca independiente de si el juego te dice que puedes hacerlo. Muchas situaciones del juego están tan sumamente mal planteadas y cuentan con tan poca ayuda que vamos a pensar que no sirven para nada o que tienen una dificultad desmedida en poder realizarlas, cuando la realidad está en que en el momento que te las explican se usan de forma asidua y sirven de gran ayuda. Esto afecta enormemente a la jugabilidad, e incluso a lo que nos vamos a divertir jugando, ya que el juego resulta frustrante en muchas ocasiones por culpa precisamente de no saber que tenemos esas opciones o de que no las hayan explicado claramente. Esto pasa en numerosas situaciones, desde el uso de ciertas habilidades como el chorro de polímero, la más importante sin duda en todo el juego, a cómo activar un tipo de munición concreta, que debería ser muy sencillo y resulta de lo más enrevesado.

Uno de los elementos que más llama la atención de Atomic Heart es, sin duda, su apartado técnico y artístico. Los chicos de Mundfish han tirado la casa por la ventana y han conseguido una ambientación soberbia en prácticamente todas las localizaciones y escenarios del juego, interiores y exteriores, así como un nivel de detalle altísimo en todos los modelados de enemigos, personajes, NPCs y demás objetos que encontramos en el juego. A nivel artístico también derrochan originalidad, en el diseño de los escenarios, de los enemigos, de todos los drones y robots, consiguiendo de esta forma imaginar ese pasado glorioso y alternativo donde la Unión Soviética no solo ganó la Segunda Guerra Mundial, sino que también contaba con una tecnología capaz de controlar las mentes de las personas y de crear robots que incluso a día de hoy es imposible de ver. No es todo de color de rosa por un motivo: Tanto detalle y elementos en pantalla hace que sea realmente sencillo encontrar zonas donde atrancarse y bloquearse teniendo incluso que reiniciar una partida, especialmente si eres de esos jugadores a los que les gusta explorar los recovecos en busca de caminos alternativo u objetos ocultos. Jugando a la versión de PS5 así como en la de Xbox Series he visto muchos de estos elementos en muchas zonas que ensombrecen mucho un resultado final que debería haber sido espectacular y que, por su culpa, se queda ?solo? en sobresaliente.

En cuanto a su apartado sonoro lo divido en dos, con una banda sonora digna de elogio que mezcla temas de estilo cincuentero y sesentero con otras melodías actuales para las situaciones más intensas, enfrentamientos contra enemigos finales y demás, aunque predominan del primer tipo que ayuda muchísimo a la ambientación de todo tipo de situaciones. Por otro lado, el juego está completamente doblado al español, y aunque no sea un doblaje malo sí que hay que decir que en ocasiones pierde muchísimo en meternos en situación por diferentes motivos, como una mala entonación en algunas situaciones y personajes o algunas expresiones extrañas que probablemente no quedan en español del todo bien. Sabemos que los estudios de doblaje no cuentan en muchas ocasiones con los recursos necesarios para ello, que no hay un guión visual o no cuentan con la situación donde las voces se van a decir, por lo que se puede disculpar este tipo de situaciones, pero también sabemos que los doblajes españoles muchas veces no traducen de forma literal expresiones del juego original para adaptarlas a expresiones españolas, y aquí escuchamos un montón que no tienen el más mínimo sentido y que cada vez que las escuchamos nos quedamos pensando en por qué puñetas dirán eso. Aún así, está a una gran altura.