Con 23 años a sus espaldas,
la saga Guilty Gear puede presumir de grandísimos valores de producción, personajes que ya son leyendas del videojuego y una historia digna de un gran anime; por eso, tener el valor de
relanzarlo todo en un nuevo episodio y hacerlo realmente bien - abriendo este universo a nuevos jugadores, pero sin que los fans que hemos acompañado a la franquicia durante más de dos décadas - es realmente brillante. Por supuesto, hay que destacar el gran trabajo de
Daisuke Ishiwatari rediseñando, re-equilibrando y relanzando a los héroes que ya conocemos - junto a dos nuevos personajes que son francamente estupendos,
Nagoriyuki y Giovanna, ambos se han ganado su lugar en el plantel y compensan la ausencia de personajes como Johnny o Baiken, que probablemente llegarán más tarde como DLC - y creando un nuevo episodio que va mucho más allá de una expansión o secuela.
Las novedades más importantes ya las comentamos en nuestras impresiones del juego, un estilo de lucha más agresivo y orientado a premiar al jugador que ataca, la aparición de la
Rotura de Muros para castigar la
mala defensa (el
Roman Cancel y el Psycho Burst están en el lado opuesto, la
buena defensa ideal para soberbios contra-ataques) y una trama completamente nueva que se desarrolla perfectamente con las historias individuales de todos los luchadores, que vuelven a ser
únicos y perfectamente distinguibles entre sí.