Análisis de Labyrinth of Refrain Coven of Dusk - Un pasito adelante en el género de los dungeon crawlers

Labyrinth of Refrain: Coven of the Dusk tiene la curva de aprendizaje perfecta para cualquier jugador que nunca haya probado el género de los dungeon crawlers, ya que tiene un montón de nuevos sistemas de juego tanto en la exploración del mapa como en el sistema de combate pero también cuenta con tutoriales para ello, incluso llegando a repetirlos en ocasiones para refrescarlos. Esto hace que sea fácil engancharse al juego al ir incorporando todas estas novedades jugables poquito a poco el juego a medida que vamos aprendiendo las anteriores. En cuanto al juego en sí, lo mejor sin duda está en la historia (aunque pueda parecer raro), la cual comienza con una excusa muy tonta para decirnos que tenemos que explorar una mazmorra pero acabamos viendo personajes muy carismáticos interactuar entre sí, contándonos su vida y sabiendo lo que ocurre en una ciudad repleta de secretos.

Todo esto se va desarrollando en medio de una exploración de diferentes calabozos de una forma más o menos normal hasta que también vamos aprendiendo ciertas habilidades que nos llevan a tener que buscar caminos ocultos para continuar, o personajes con los que interactuar de diferentes formas para poder seguir avanzando. El juego sigue el mismo concepto que casi cualquier dungeon crawler pero al mismo tiempo añade diversas nuevas fórmulas tanto al sistema de combate (por turnos) como a la exploración, lo que lo hacen más divertido y ameno que otras sagas del género. Hay algunos de estos elementos que no funcionan demasiado bien, como por ejemplo diversos sistemas en los combates (el indicador de refuerzo, el de mana o el del poder), que tienen una funcionalidad específica y que acabas ignorando para hacer en la mayoría de los casos un combate automático, haciéndolo repetitivo en ocasiones. No obstante, sus más de XX horas de juego se pueden disfrutar mucho y lo hacen la experiencia perfecta para los nuevos jugadores.

El género de los exploradores de mazmorras no suele contar con demasiados elementos jugables innovadores debido a que a la mayoría de jugadores que juegan a estos les gustan los juegos de estilo clásico, tal y como jugaban en la época de los 80 y 90. En Labyrinth of Refrain: Coven of the Dusk se sigue muy de cerca esta misma filosofía, pero sí que se lo han añadido un buen puñado de elementos que refrescan ligeramente la fórmula para que los jugadores clásicos tengan el contenido que buscan y los que buscan algo nuevo también tengan nuevas mecánicas de juego. A la hora de explorar, en el sistema de combate, o la gestión de nuestros personajes (marionetas en este caso) cuentan con pequeños elementos que lo hacen mucho más dinámico que otros juegos del género.

A la hora de controlar el juego no tiene el mayor misterio, ya que nos moveremos con la cruceta digital en las cuatro direcciones y con el analógico podemos mirar ligeramente alrededor aprovechando el 3D del escenario (que no sirve para nada, pero lo tenemos). En cuanto a todas estos añadidos que comentamos, el juego cuenta con un puñado de tutoriales que van apareciendo conforme se van añadiendo estos nuevos elementos haciendo muy sencillo aprenderlos todos, e incluso refrescarlos porque los más complicados aparecen más de una vez de forma automática. De esta forma, Labyrinth of Refrain: Coven of the Dusk es el juego perfecto para PS4 y Switch para adentrarse en este género y disfrutar del mismo y de sus mazmorras y puzles.

Los chicos de NIS, creadores del juego, tenían muy claro a la hora de hacer Labyrinth of Refrain: Coven of the Dusk que no querían innovar ni inventar la rueda, y eso se nota desde casi el primer minuto. La exploración y el sistema de combate son lo suficientemente parecidos a otros juegos como para que cualquier aficionado llegue y desde el primer minuto sepa cómo se controla y qué debe hacer. Los primeros minutos veremos una historia que si bien al principio parece que ocupa demasiado tiempo (queremos empezar a explorar desde el primer minuto), después se desvela con diferencia como lo mejor de todo el juego. A medida que le vamos echando horas vamos descubriendo un buen puñado de mecanismos en la exploración, como el poder destruir ciertas paredes del calabozo, que no solo nos permite crear atajos sino también poder seguir la aventura al estar todo cerrado.

A la hora de los combates también contaremos con un buen puñado de elementos para hacerlo diferente (ligeramente) a otros juegos del género, como la posibilidad desde casi el primer minuto de hacer el juego más fácil o más difícil, poder añadir varios personajes a una misma casilla para combinar sus poderes, los indicadores de mana que sirven para diferentes aspectos del juego y del combate o los ataques gore y acumulativos para hacer más daño al enemigo. Todo ello llevan el juego ligeramente a otro nivel y añaden más profundidad a la exploración y a la batalla, aunque sin innovar la fórmula ya conocida. Está claro que la compañía ha querido dar a su público lo que querían intentando mejorar la fórmula en lo posible pero sin pasarse, y es justo lo que vamos a tener.

A pesar de no contar con ningún fallo significativo (ni tan siquiera tiene parches una vez instalado, lo que es de agradecir), está claro que Labyrinth of Refrain: Coven of the Dusk no es un juego de esta generación ni tan siquiera de la anterior. Hace más de 30 años tenía sentido el desplazamiento a saltos, y a nosotros aún nos gusta poder jugar con este esquema para hacernos nuestros mapas y poder buscar caminos ocultos o plantear mejor la estrategia en el combate, pero cuando estamos en la parte de la historia y vemos personajes sin animación de ninguna clase (muy bien dibujados, eso sí), ni tampoco vemos escenas CG o anime para contarnos la historia, o fondos animados que ilustren la ciudad o nada que lo hagan destacar, nos imaginamos cómo podría ser un juego así con ellos. Está claro que al público japonés le gusta justo esto y a nosotros no nos parece mal, pero es como si el género se hubiese quedado estancado máxime si lo comparamos con cosas como The Bard's Tale IV (estilo occidental, sí, pero a años luz a nivel técnico).

A nivel de sonido, el juego cuenta con unas bonitas melodías que ambientan perfectamente, muy japonesas y divertidas y que cumplen con su cometido a la perfección. Las voces también están muy bien aunque destacan sobremanera las japonesas por encima de las inglesas cuya entonación (generalmente) no suele destacar. Una lástima que el juego no esté traducido al español para que más público se pueda acercar a este género aunque sea un poquito.