PlayStation 2 parece estar dando en estos momentos sus últimos coletazos, y como ocurre en todas las generaciones de consolas anteriores a esta, sus últimos meses/año de vida nos hace disfrutar de algunos de los mejores juegos de rol que la plataforma puede ofrecer. Ese es el caso del título que nos ocupa,
Valkyrie Profile 2: Silmeria, segunda parte del título aparecido hace unos meses en PSP,
Lenneth, que a su vez era una revisión de un juego original de PSOne del año 1999 (curiosamente, también aparecido en los últimos meses de vida de esta). La historia que se nos narra en este Silmeria no tiene nada que ver en principio con la vista en Lenneth por lo que los usuarios que no hayan podido disfrutar de ella pueden pillarse directamente esta secuela sin temor alguno. Eso sí, este juego de rol guarda muchas similitudes en su desarrollo con su primera parte, lo que da una idea de la complejidad que encierra a pesar de haber sido ?suavizada? para hacer un juego más accesible al gran público. Y es que Lenneth resultaba (y resulta) ser un juego de rol tremendamente complejo con muchísimos elementos a tener en cuenta y muchas cosas que llevar y realizar de forma simultánea, lo que unido a otros muchos elementos lo convierten a la vez en una verdadera joya y una obra de culto para los aficionados al género así como en un título de difícil aproximación para los no tan avezados.
Como decimos, este Silmeria no resulta tan duro de jugar aún conservando muchos de los elementos de la primera parte, a los que se le han añadido y modificado algunos de estos para hacerlo más llano. La historia que se nos narra no resulta ser tan compleja ni llena de tantos giros argumentales pero incluye a
una buena pléyade de interesantes personajes cada uno con su propia personalidad marcada y sus propios secretos que se van desvelando poco a poco (algunos no del todo) a medida que progresamos. Basta como ejemplo decir que el personaje protagonista es una princesa llamada Alicia cuyo cuerpo es utilizado como instrumento de comunicación y contacto por una valquiria llamada Silmeria, cuya misión no es sino la de librar una cruzada que le llevará a enfrentarse a su propio señor y Dios, el mismísimo Odín. Eso sí, a pesar de lo enrevesado de la historia, seguirla resulta muy sencillo ya que tiene una estructura muy lineal (más que la primera parte) que además deberemos seguir forzosamente tal y como se nos va contando, aunque en ocasiones contemos con la posibilidad de realizar aventuras alternativas fueras de la trama principal que nos harán ganar experiencia y objetos que utilizaremos durante la partida y que nos resultará muy útil.
Otro elemento a destacar es el sistema de lucha empleado que rescata la base de Lenneth incorporando algunos elementos que lo hacen algo más atractivo e increíblemente original. Tenemos un grupo con un máximo de cuatro integrantes que podemos mover todos a la vez o dividirlo en dos grupos (imprescindible aprender a hacer esto para derrotar a los enemigos más fuertes). La situación la vemos en 3D como si se tratase de un sistema en tiempo real, pero no es así, ya que los enemigos sólo se moverán si nosotros lo hacemos o si realizamos alguna acción, de forma que en realidad es un sistema por turnos. Nuestro grupo cuenta con una barra de acción que tiene un máximo de cien unidades y que se irá consumiendo conforme realizamos ataques, hechizos o utilización de objetos y se irá llenando si movemos a cualquiera de los integrantes, por lo que esta es la medida real de nuestros ataques; si queremos echar un hechizo y éste requiere 25 puntos de acción y nos quedan 20, no podremos y tendremos que movernos para recuperar puntos con el peligro de recibir ataques de los enemigos si estamos a su alcance. Esto unido a varios elementos más como la asignación de cada personaje a un botón del mando (similar a Lenneth), la posibilidad de realizar combos devastadores y con ello hacer un súper-ataque de alguno de los personajes, el sistema de armas, el de habilidades o el aprendizaje de estas últimas hacen lo que
posiblemente sea el sistema más completo de batalla de cualquier título de rol visto hasta ahora. Aunque todo esto tiene un ?pero?, y es que el juego no cuenta con un buen tutorial explicativo y tenemos que ir aprendiendo poco a poco a controlarlo todo (lo que no es malo del todo), buscar una buena guía que nos explique si no hemos jugado al juego anterior, o morir irremediablemente con la consiguiente frustración además de pensar que el juego es demasiado difícil
Por último, destacar otro elemento que llama la atención por ser bastante original como es la posibilidad de lanzar ?fotones?. Las fases de exploración en las zonas donde hay enemigos se desarrollan completamente en dos dimensiones como si de un juego de plataformas clásico se tratase (es decir, nos movemos a izquierda y derecha, pudiendo saltar y agacharnos) viendo a los enemigos deambular por el escenario como una sombra púrpura. Para entrar en combate deberemos acercarnos a estas y tocarlas, por lo que podemos intentar evitar el enfrentamiento esquivándolas (saltando por encima por ejemplo), pero también podemos lanzarles un rayo de luz llamado fotón que lo congelará unos segundos. Este sistema nos permite utilizar a estos bloques de luz sólida como plataformas subiéndonos en ellos para llegar a zonas inaccesibles y, lo que resulta más interesante,
lanzarles otro fotón que nos transportará al lugar donde éste se encuentra y dicho bloque a nuestra posición, lo que hace que sea el método que utilizaremos constantemente en el juego para llegar a ciertas zonas del mapa, sobretodo algunas inaccesibles de otra forma. Este fotón puede rebotar en las paredes hasta un número de veces así que para llegar a ciertos cofres o zonas ocultas sólo podremos hacerlo utilizando estos fotones para congelar a enemigos cercanos y transportarnos a su sitio.