Análisis Valkyrie Elysium - Prepárate para volver a luchar en el Ragnarok

Terminar Valkyrie Elysium en una primera partida nos llevará en torno a las 12 horas de juego siguiendo la historia principal, con 3-4 horas extra si queremos terminar las misiones secundarias, encontrar las flores que representan las almas de los caídos (con historias, ciertamente, un poco tontas), conseguir el mejor equipo y las habilidades TOP de la Valkyria Nora... Incluso hay pequeñas decisiones y algunos detalles que llevan a 4 finales alternativo, una buena excusa para que los fans rejueguen la aventura.

En nuestra experiencia de juego, el problema principal ha sido la falta de carisma de los Einherjer - los compañeros de nuestra heroína -, que han pasado de eje fundamental en otras entregas a mini-historias - que se resuelven con un par de ilustraciones y un poco de texto. Esto hace que la historia sea mucho menos intensa, dramática e interesante, perdemos impacto y acaban siendo meros multiplicacombos en las batallas o ayudas para solventar puzles.

Sin duda, el punto más potente y trabajado de Valkyrie Elysium es su gameplay, gracias a una mecánica de juego cercana al hack'n slash que además se ha enriquecido con distintas armas, guardia y esquive, el uso de compañeros de batalla para crear combos únicos, magia que explota el punto débil de los enemigos, y un versátil gancho de energía que nos atrae hacia los enemigos. En cuanto nos hagamos con ella vamos a encontrarnos combates muy ágiles y espectaculares en los que todo funciona muy bien (eso sí, controlar la cámara será otra de nuestras obligaciones, como si fuera ocuparnos de un enemigo más).

Combinando todas estas opciones nos encontramos con una experiencia realmente divertida en las batallas, que llega a su tope de diversión en los combates contra los jefes finales, colosos que tendremos que estudiar bien para explotar sus puntos débiles y conseguir combos de cientos de golpes. Por contra, las batallas contra los enemigos normales pocas veces tienen auténtica sensación de reto (y menos en la dificultad estándar), y tampoco ayuda que los mismos rivales se multipliquen una y otra (y otra) vez en cada fase...

Si juzgamos a Valkyrie Elysium como heredero de la saga Valkyrie, el resultado no es precisamente brillante. La historia es mucho más simple y menos inspirada que el resto de entregas, el personaje - Nora - está menos desarrollado y resulta mucho menos carismático que Lenneth o Silmeria, se ha renunciado a tener un grupo de aliados realmente vivo a nuestro lado (la forma de reclutarlos, su inclusión con la valquiria y su peso en la trama es mínimo), e incluso las localizaciones y escenarios están un tanto vacíos y nos dan la sensación de genéricos. Mención especial merecen las historias de las almas que recogemos en flores, que muchas veces no pasan de una frase estilo Oh, el frío de este invierno es horrible, ¿podrán sobrevivir los campos?, que hacen que sea mejor olvidarse e ir directamente a por los enemigos.

Por contra, si lo valoramos como un juego independiente (incluso spin-off) y con su mecánica de hack'n slash, la cosa mejora bastante. Hay un poco de historia, hay un buen sistema de batalla en tiempo real, vamos a divertirnos mucho tumbando a los jefes... Es una lástima, eso sí, que no se hayan aprovechado más los recursos heredados de la franquicia para crear algo más grande y ambicioso, porque no hablamos precisamente de un título descargable o a un precio reducido.

A nivel visual, Valkyrie Elysium es un título que bien podría ser de principios de la generación anterior, que además pincha por un apartado artístico muy por debajo de lo que cabría esperar en la saga, algo que ensombrece el resultado final, y transmiten sensaciones de estar ante un Action-RPG genérico inspirado en la mitología nórdica. Está claro que aquí la batuta la ha llevado Soleil, que igual que se inspiraron en Splatoon en su Ninjala, lo han hecho con Valkyrie Profile Silmeria para este Elysium. El motor gráfico funciona sin grandes problemas, pero es que se han hecho grandes sacrificos en los escenarios (especialmente en las partes interiores, demasiado vacíos y, de nuevo, genéricos), y en los diseños de los enemigos, bastante simplones y excesivamente repetitivos. Eso sí, en nuestra experiencia no ha habido problemas de rendimiento, el único punto gris ha sido una cámara demasiado traviesa.

La banda sonora sí funciona mejor, gracias al talento de Motoi Sakuraba para componer todo tipo de temas, desde los más melancólicos y contemplativos a composiciones muy animadas para las batallas, que ambientan a la perfección las distintas etapas del juego. También agradecemos la presencia de un doblaje dual japonés-inglés, y la inclusión de textos en castellano con una traducción de calidad.