Análisis Toukiden - PS Vita

Con decenas de horas de juego, la lucha contra los demonios Oni mantendrá el cartucho mucho tiempo dentro de nuestra PS Vita, especialmente si nos dedicamos a jugar partidas cortas o podemos exprimir el potencial jugable multiplayer (tanto local como online), ya que combaten uno de los grandes fallos del juego, lo repetitiva que resulta la fórmula jugable. Con muchas opciones para personalizar a nuestros héroes y centenares de armas accesibles, la duración está garantizada...

Con varias armas para dominar, decenas de enemigos a batir y un interesante modo multijugador, tanto en partidas locales como online, Toukiden es una mezcla de juego de cacería de monstruos y hack'n slash con muchas opciones de juego, que se adaptan a nuestra forma de luchar (tanque, a distancia...). Para mejorar la experiencia de juego está la opción de contratar mercenarios que nos ayuden en la batalla, y así aunque juguemos solos nos divertiremos mucho más, ya que la IA funciona bastante bien. Eso sí, la acción puede ser un poco mecánica...

Quizá el punto más débil de Toukiden es su parecido con otras grandes sagas de cacería de monstruos como Monster Hunter, lo que le impide brillar todo lo que podría; aquí, en lugar de cazar directamente vamos a exterminar, y a conseguir almas con las que fortalecernos, siendo una especie de hack'n slash ampliado. Tampoco ayuda que la historia sea poco más que una excusa argumental, y que los personajes (a pesar de incluir alguna figura histórica japonesa) no estén sobrados de carisma.

Sin exprimir del todo el potencial de PS Vita - hablamos de un juego desarrollado en paralelo para PSP y Vita, aunque en occidente solo vayamos a recibir esta segunda versión - Toukiden puede presumir de tener sólidos modelados y una buena puesta en escena con un toque nipón que le sienta como un guante. Los puntos más negros son las cámaras (muy mejorables) y las cargas (determinados cambios de zona son bastante infernales...), mientras que en el apartado positivo están las luchas contra los jefes y la estupenda banda sonora de Hideki Sakamoto.