Análisis The Quarry - El campamento más divertido que puedes visitar este verano

Terminar The Quarry nos llevará en torno a las 9-10 horas de juego en nuestra primera partida, dependiendo un poco de nuestro interés por explorar y encontrar items especiales (imprescindible para completar la historia al 100% y entenderlo todo). A partir de ahí la rejugabilidad se basa en gran medida en nuestro interés por los finales alternativos, y evitar - o conseguir, según seamos de morbosos - la muerte de nuestros protagonistas. Aquí hay que marcar que hay caminos alternativos que se cierran con determinadas elecciones, por lo que es necesario completar al menos 2 partidas para ver todos los escenarios y la mayor parte de las decisiones del juego...

Una vez más, el multijugador viene al rescate de las producciones de SuperMassive, dejándonos disfrutar con amigos en local u online (no disponible en el lanzamiento), asignando el control y decisiones de determinados personajes para ver si sobrevivirán (o no). Esto hace que sea divertido enfocar una partida alternativa aunque ya hayamos completado el juego... Las caras de sorpresas de otros jugadores serán el reclamo más potente.

A nivel jugable The Quarry es más juego-peli que survival horror, con todo lo bueno - y malo - que tiene eso. Nuestra misión básicamente será guiar a los 9 personajes, tomar decisiones por ellos e intentar que sobrevivan a la pesadilla que estalla en el campamento del que son monitores. La interacción, eso sí, es bastante limitada, y solo tenemos más control cuando estamos explorando y buscando pistas en escenarios más o menos cerrados, o en algunas escenas de acción bastante limitadas. La sal del asunto está en intentar evitar las sangrientas muertes que acechan a nuestros protagonistas, algo para lo que necesitaremos sobre todo intuición, memoria y ganas de experimentar.

Precisamente lo que es el gameplay es más simple que nunca en esta entrega, ya que los QTE son muy sencillotes (y podemos hacerlos incluso más sencillos, ya que el juego es brillantemente accesible para todo tipo de jugadores), e incluso se ha simplificado el sistema para estar quietos o evitar que el enemigo nos detecte. Las decisiones, eso sí, son bastante interesantes y se han pensado mucho para que queramos experimentar con ellas.

The Quarry sigue, como una evolución natural, todo lo que Supermassive Games ya había aprendido de sus producciones anteriores, desde Until Dawn (que es claramente su precuela) a las distintas ideas explotadas en la saga The Dark Pictures. Sin embargo, a nivel técnico y jugable es cierto que no es un gran paso adelante sobre ellos, más bien un pequeño pulido de algunas de las mecánicas, y sobre todo, de la combinación de sus líneas de desarrollo para hacernos sentir protagonistas en una peli de terror interactiva. La prueba más clara es que en esta ocasión tenemos hasta un modo espectador, que nos permite sentarnos a vivir una historia de casi 9h, sin más interacción que la de tomar algunas decisiones iniciales.

A nivel argumental, eso sí, hay importantes diferencias. El equipo creativo había experimentado con distintas sagas de terror, y en esta entrega tocan los slashers, los reyes del terror ochentero, siendo el desarrollo un enorme homenaje a Viernes 13 (incluyendo el campamento maldito), aunque como siempre en los juegos de Supermassive hay varias capas en el misterio, haciendo el desarrollo más intenso e inmersivo. Aquí sí que tenemos un planteamiento novedoso y refrescante, apostar por el terror adolescente con un toque retro...

Sin duda la mayor fortaleza de The Quarry está en el apartado artístico, y más concretamente en el gráfico, con una espectacular puesta en escena durante toda la aventura; hay escenarios abiertos prácticamente fotorrealistas, una gran captura de movimiento y expresiones para los héroes, y en líneas generales todo funciona como la seda. Es cierto que hay alguna expresión facial un tanto forzada o carga de texturas de golpe (algo que también hemos visto en la saga The Dark Pictures, pero en líneas generales todo es sobresaliente. El nivel de detalle de las localizaciones, las animaciones, las interacciones durante los QTE... Toda una película interactiva.

La banda sonora también cumple con nota, incluyendo un buen número de canciones licenciadas y una música ambiental que funciona a la perfección, de las escenas más calmadas (como las románticas) a las más intensas y tensas. Destacar aquí también un doblaje al castellano de diez, sin condiciones. Escucharlo todo con un buen equipo de sonido (o auriculares) es un auténtico placer.