The King of Fighters XIV se presenta con un espectacular plantel de personajes, que incluye
19 personajes 'nuevos' (hay algún rescatado de otras sagas) y llega sacando pecho con un modo historia (bastante mejorable, dicho sea de paso). Y exactamente ahí acaban sus ganas de innovar y sorprender.
KOF XIV no es el primer título en 3D de la saga (
Maximum Impact y su secuela ya probaron suerte ahí), y las mecánicas de juego vienen heredadas de otros títulos de la saga (la idea de las barras 5 y los ataques
MAX la vimos en KOF 98) y de uno de los mayores aciertos de
SNK, el
Mark of Wolves.
Así, tras las primeras partidas (y una tediosísima instalación) nos damos cuenta de que la saga está un poco estancada, y necesita un empujón mayor para volver a lo más alto del podio de los juegos de lucha. En su
ausencia títulos como
Blazblue, Guilty Gear, Street Fighter o Mortal Kombat / Injustice han mostrado una evolución mucho mayor, y era necesario contar con ideas más novedosas en el terreno jugable para
recuperar el terreno perdido. La saga siempre ha sabido sorprendernos: el cambio de la forma de jugar de los héroes, los
strikers, los equipos variables... Y en esta ocasión falta sorpresa, pese a los aciertos.