Ryu y Ken se preparan para su combate... ¿Definitivo?

Como aficionado a los arcades de lucha en general y a la franquicia Street Fighter en particular, esperaba Street Fighter IV como agua de mayo... Y aunque en líneas generales he quedado más que satisfecho no he tenido la misma sensación de plenitud que para mí supusieron el arranque de las sagas Alpha y III (aunque sí por encima de la franquicia EX). Capcom ha perfilado un título más que notable con grandes aciertos... Pero también con algún que otro fallito importante.

Al igual que el argumento, la mecánica de juego se sitúa entre la segunda y la tercera entrega, encontrando un sistema con más profundidad que el clásico, pero por debajo de las posibilidades de Street Fighter 3, con su parry y los ataques especiales seleccionables (y no hablemos ya de Street Fighter Alpha3). Incluso la idea de potenciar ataques especiales y super-combos no es nueva, viene importada de Darkstalkers. Así, la gran novedad de este episodio es la barra Revenge y los Focus Attacks, letales contra-ataques para los que sacrificamos - temporalmente - una porción de la barra de vida, pero que pueden dejar atontado a nuestro rival..


De todas formas, esta aparente simplicidad es una de las grandes bazas del juego, ya que así se hace más accesible a nuevos jugadores, pero sin renunciar a un control preciso - con 6 botones base - ni al estilo único de la saga. Intentar ganar un combate avanzado sin hacer uso de golpes especiales es muy difícil (mucho más que sin usar el Focus), por lo que es fundamental ir practicando con cada personaje, y en este aspecto agradecemos enormemente el tutoria - estructurado en pruebas - que se ha creado para cada luchador. Está lejos de proporcionar una experiencia tan completa como el World Tour de Alpha 3, pero nos ayudará a descubrir el potencial de cada luchador de forma amena.

Sólo para desbloquear a todos los personajes del juego - del plantel de 25 hay 9 ocultos, aunque sólo 6 personajes son realmente nuevos - vamos a echar un buen montón de horas (más teniendo en cuenta que conseguir a Seth implica terminar el juego con todos los personajes, y que Akuma y Gouken sólo aparececen si nuestro juego es brillante, y tienen que ser vencidos antes de poder desbloquearlos). Además, más allá de los luchadores Capcom ha escondido un montón de extras adicionales: 8 colores extra para los personajes, escenarios ocultos, artworks... incluso los vídeos promocionales del título.

Hablando de vídeos, ha sido una amarga decepción descubrir lo que ha hecho Capcom con las secuencias incluidas (2 por personaje, una al empezar y otra al vencer a Seth) Se ha desperdiciado por completo el potencial para contar la historia de cada personaje de forma amena e interesante, y no sólo es que sean sosas o tontunas, es que algunas son, además, contradictorias con la historia del personaje en cuestión. Y es que el equipo de desarrollo parece haberse olvidado de la trama (sin justificar, por ejemplo, por qué después de nuestro combate predestinado nos vamos a luchar con Seth)...


A nivel gráfico nos encontramos con un título sobresaliente, en el que destaca especialmente los modelados de personaje y sus increíbles animaciones. Más allá del peculiar estilo gráfico del juego - un nuevo enfoque para el Cel Shading - vamos a encontrarnos con sorprendentes expresiones faciales (sólo hay que esperar a un super para verlos con detalle) y un espectacular zoom dinámico que las resalta. Con todo, determinados escenarios podrían haberse mejorado aún más, aunque los interactivos - que reaccionan a los golpes o los últimos segundos del combate - son absolutamente geniales.

La banda sonora, de auténtico lujo, corre a cargo de Hideyuki Fukasawa. El artista nipón no sólo ha conseguido revitalizar los temas clásicos con geniales remix, también ha creado nuevas melodías para los recién llegados y obras que quitan el aliento, como el nuevo opening del juego... La banda sonora da un paso más allá de ambientar - a la perfección - los combates y merece ser disfrutada por sí misma.

Para nuestra próxima entrega dejamos el análisis del soporte online del juego junto a uno de sus puntos más originales y sólidos, su inclusión dentro del propio modo arcade del juego.

Tras experimentar con el modo online (que funciona muy bien), y dedicarle muchas horas al juego de Capcom, hemos confirmado lo que esperábamos: sin ser tan impactante como otras entregas (Alpha y III), Street Fighter IV es una apuesta redonda para los fans de la lucha, y será un título de referencia en el género durante los próximos años. Eso sí, hay espacio para muchas más novedades, y todo apunta a que las veremos en nuevas versiones del juego...

Street Fighter IV tiene modos y opciones de juego más que suficientes para estar mucho, mucho tiempo en nuestra consola. Hay un gran plantel de personajes, luchadores únicos que hay que aprender a controlar y que esconden un enorme potencial jugable. El modo online le sienta como un guante, y la posibilidad de encontrar rivales mientras luchamos en el modo historia es todo un acierto.

Tomando como base la jugabilidad clásica de Street Fighter y añadiendo mejoras heredadas de juegos como Darkstalker y novedades como la barra Revenge y los Focus Attack (orientados hacia el jugador más agresivo), Street Fighter IV es un juego técnico, equilibrado, rápido y divertido. Y sus opciones y posibilidades brillan tras algunas horas de juego. Eso sí, la dificultad del modo historia puede ser un poco injusta, y determinados personajes parecen un poco estancados...

Quizá uno de los puntos más débiles de Street Fighter IV sea su capacidad para sorprender. SFIII fue un auténtico salto en el tiempo y a nivel jugable, y esta nueva entrega es más conservadora, volviendo a los orígenes de la saga, y presentándonos un nuevo torneo que encaja entre 2 y 3. Los nuevos personajes, aunque interesantes, no tienen el mismo carisma que los clásicos (salvo quizá Crimson Viper), y no se ha intentado revolucionar el género. Eso sí, Street Fighter sigue siendo una saga única y un ejemplo de buen hacer, y este capítulo vuelve a ser un referente por sus opciones técnicas y jugables.

Gráficamente, Street Fighter IV es un título muy redondo y potente, jugando con un estilo visual único que juega con el cel-shading y la tinta, añadiendo impresionantes animaciones faciales y físicas para los personajes. Quizá sea el aspecto en el que SFIV tenga más personalidad, y hay que reconocer que la puesta en escena es puro espectáculo. Ayuda, por supuesto, contar con una banda sonora sobresaliente con temas inolvidables, textos en castellano y la posibilidad de elegir las voces.