Análisis Star Ocean: The Divine Force - Un RPG que te hará viajar por las estrellas

Terminar Star Ocean: The Divine Force nos llevará en torno a las 35 horas de juego en nuestra primera partida, horas en la que tendremos que luchar contra centenares de enemigos mientras vamos desvelando lentamente una trama que esconde más de lo que parece en un primer vistazo. Jugando con Ray, tras el ataque a nuestra nave y dispersión de supervivientes aterrizaremos en un planeta en el que la magia ha sustituido a los adelantos tecnológicos, y allí conoceremos a la princesa Laeticia, la otra protagonista. La opción de elegir protagonista al principio, junto con algunas tramas - e incluso personajes jugables - exclusivos en cada aventura son un gran valor para la rejugabilidad, y disparan las duración.

Por supuesto, también hay un montón de extras y secretos, además de la posibilidad de ahondar en las relaciones entre los personajes con un sistema bastante intuitivo que nos permite mejorar sus conexiones, y así conocerlos mejor; esto también corrige un poco lo planos que resultan nuestros héroes, desarrollando más a fondo sus personalidades y haciendo la trama más interesante. Sumando todas esas opciones, hablamos de un señor RPG con más de 65 horas de juego... Eso sí, la falta de traducción le pasa factura para aquellos que no estén fuertes con el idioma de Shakespeare.

En nuestra experiencia de juego el punto más brillante y divertido de Star Ocean: The Divine Force ha sido el sistema de combate, de nuevo una apuesta de tri-Ace por la acción directa, controlando a uno de los personajes (que podremos intercambiar en cualquier momento) y controlando el campo de batalla: esquives, flanquear a los enemigos, uso de combos, de magias... Incluso se han dividido en partes a los enemigos más grandes para que podamos buscar puntos débiles y utilizar estrategias más letales. El resultado final es una mecánica muy adictiva en la que no nos importará pasar horas luchando (los enemigos se regeneran rápidamente) y estudiando combos y estrategias, sorprendiéndolos, consiguiendo recompensas...

Más allá de ello tenemos una exploración típica enriquecida con el D.U.M.A., una especie de dron propulsor con diferentes usos, desde permitirnos movernos verticalmente en el escenario a escanear la zona en busca de tesoros (e, igualmente, lanzar ataques relámpagos en los combates). Tendremos también que preocuparnos de la evolución de los personajes con un completo y versátil árbol de habilidades, que si bien no es nada intuitivo tiene grandes recompensas por el tiempo invertido.

Star Ocean: The Divine Force llega como el estandarte de los 25 años de vida de la saga Star Ocean, y aunque ha llovido mucho desde que Enix y tri-Ace uniesen fuerzas para alucinar a los usuarios de Super Nintendo, los valores de producción, ambientación e ideas más representativas en la saga han sido una constante. La contraposición de tecnología y magia, la epopeya espacial, descubrimiento de extraños planetas, un sistema de combate activo... Son claves que se repiten en este sexto episodio de la franquicia (dejando a un lado los remasters y revisiones), que si bien no tiene la ambición de los primeros episodios, sí lucha para recuperar su espíritu y ofrecernos una experiencia rolera sólida y divertida.

Las posiblidades jugables vienen enriquecidas por el D.U.M.A. (especialmente por su posibilidad de propulsarnos por los escenarios y en los combates), que junto al mejorado sistema son la carta de presentación del juego. Desgraciadamente el desarrollo de personajes y la trama principal no están a la altura de los grandes del género, y aunque el resultado es un RPG muy entretenido, se queda un paso atrás de propuestas más redondas.

A nivel visual, Star Ocean: The Divine Force es una apuesta un poco descafeinada por recuperar la ambición y momentos más espectaculares de la saga. Al igual que le ocurrió al capítulo anterior entre PS3-PS4, el lanzamiento casi al final de vida de PS4 lo ha atado para que pudiese exprimir a PS5; es más, incluso para los estándares de PS4 es un juego un tanto mediocre, con unos escenarios un tanto vacíos, diseños bastante genéricos, y falta de identidad en su desarrollo. La idea más interesante a nivel técnico es la posibilidad de movernos casi volando con el D.U.M.A., lo que nos permite explorar los escenarios más tridimensionales de la saga; desgraciadamente esto solo hace más evidente problemas como paredes invisibles o sitios inalcanzables... En PS5 el juego tiene 2 opciones visuales, rendimiento (a 60FPS) y fidelidad (30FPS), siendo mucho más recomendable este último.

En la banda sonora volvemos a tener al frente a Motoi Sakuraba, que hace un excelente trabajo complementando el arte de Akira Yasuda y Yukihiro Kajimoto, creando una banda sonora que transmite emoción, pero también intensidad y ambienta a la perfección las diferentes etapas del juego. El título nos llega con opción de doblaje en inglés y japonés, aunque solo con textos en el primer idioma.