En nuestra experiencia de juego con
Sonic Frontiers, el punto más débil y mejorable de la experiencia ha sido la mecánica de juego, especialmente debido a una mala planificación e introducción de las novedades; por ejemplo, hay un montón de nuevos movimientos y combinaciones de los mismos, pero no hay un tutorial a la antigua usanza, solo se nos enseña lo más básico y el resto lo vamos a aprender en unos tutoriales (aleatorios) que salen mientras cambiamos entre las etapas de mundo abierto y la carga de las más clásicas; seguir regueros de anillos, pasar del salto a la
bola cortante por el suelo, saber para que sirven determinados elementos que vamos encontrando... Vamos a ir aprendiendo un poco por suerte, un poco experimentando, y a nosotros la sensación de estar
perdidos nos ha durado varias horas.
Hay más problemas, como los
anillos que sirven de vida, y que el
Sonic Team parece no saber utilizar ya; en el mundo abierto y tras conseguir la primera habilidad especial del juego (menos de 1 hora) tenemos la opción de conseguir más de 100 en menos de un minuto simplemente corriendo en círculos. Esto le quita bastante gracia a la idea de seguir los regueros, circuitos y raíles con anillos si no estamos muy por la labor, e igualmente facilita bastante la lucha contra jefes y enemigos finales; sigue siendo frustrante ir con 400 anillos (máximo inicial) y perder más de la mitad de un solo golpe, pero es que ahora es tan fácil conseguirlos... El gameplay en las zonas del
ciberespacio, con mini-fases de corte mucho más clásico pero muy rejugables (gracias a distintos retos, desde desafíos de velocidad a conseguir un número de anillos) funciona muy bien, aunque nos hubiera gustado encontrar niveles más largos.