Análisis de Sinner: Sacrifice for Redemption - La dificultad de Dark Souls, sin interferencias

Sinner es un juego muy curioso, ya que hablamos de un juego que incluso puede ser más difícil que el más difícil de los Dark Souls, pero que una vez aprendido su manejo tiene incluso un curioso sistema de juego con el que tendremos hasta cierta estrategia a la hora de decidir contra quién queremos luchar. Hablamos de un juego donde solo tendremos que enfrentarnos a 7 enemigos gigantes (enemigos finales de Dark Souls) eligiendo el orden que queramos entre ellos, y donde cada uno nos hará perder parte de nuestras habilidades antes de enfrentarse a ellos y que perderemos por completo si vencemos el combate. De esta forma, cada vez seremos menos poderosos y los enemigos nos costarán más trabajo, y como cada uno tiene su propia estrategia y puntos débiles y fuertes nos hará plantearnos a quién vencer primero y si tenemos que variar el orden recuperando nuestro sacrificio de habilidades para volver a enfrentarnos a él posteriormente.

Cada uno de los 7 enemigos se puede vencer en algo más de 4 minutos una vez que aprendemos cómo hacerlo, y esto es lo que nos llevará horas de juego y, como decimos, incluso tener que repetir algún enemigo para seguir otro orden (o buscar una guía por Internet, claro). Esta es su mejor virtud y su mayor defecto al tener un juego que no tiene desarrollo, ni historia (solo un poquito del personaje principal y los enemigos), ni enemigos normales con los que aprender a manejar el juego, ni curva de aprendizaje suave con niveles de dificultad (todos los enemigos son muy difícil y vamos a morir muchas veces), o tutorial de ninguna clase. Al final, estamos ante el típico juego para jugadores que buscan un gran reto y que se pueden quedar sin juego muy pronto (salvo repetirlo una vez finalizado). La idea es buena pero le hubiese venido bien algunos enemigos pequeños antes de cada jefe final, algún nivel de dificultad, o algo de historia que nos contase el motivo por el que nuestro personaje tiene que redimirse y qué le va pasando en su proceso.