Aunque no se encuentre en la cúspide de su popularidad,
SEGA hace gala de su veteranía en el mundo del entretenimiento lúdico y le dedica a sus incondicionales un juego de tenis que reúne a sus personajes y mundos más conocidos.
Amparándose en el éxito de su saga
Virtua Tennis, la compañía nipona vuelve a confiar en la desarrolladora Sumo para crear un título que fundamente su base jugable en la del arcade, y que al mismo tiempo repase con gracia y desparpajo las franquicias más icónicas de los creadores del erizo más conocido de los videojuegos.
Para ello, sin motivo argumental aparente, se ha reunido un elenco de 16 personajes, 8 de los cuales permanecerán ocultos hasta que los vayamos desbloqueando al superar las diferentes pruebas que se nos presentan.
Junto con la evidente presencia (y gran predominio) de la ?familia? Sonic, podremos también ponernos en la piel de personajes de sagas tan conocidas o entrañables como Nights, Jet Set Radio, Monkey Ball o Samba de Amigo. Aunque entre los personajes ocultos hay dos sorpresones de lo más simpáticas e inesperadas, y no ponemos pega a la gran mayoría de personajes, sí que echamos en falta algunas ausencias casi imperdonables y que sin duda habrían dado más vistosidad y empaque al conjunto. Sobreutilizar el mundo de Sonic y desaprovechar o ignorar franquicias como Virtua Fighter, clasicazos como Shinobi o Streets of Rage o incluso el gran Altered Beast suponen un agravio que,
de haber sido más meticulosos, habría supuesto una gran ventaja cualitativa para un título que es por naturaleza puro fan service.
En el lado positivo,
Sega Superstars Tennis refleja con mucha gracia y desparpajo la más de docena de universos que se incluyen, representando los elementos y lugares más emblemáticos e incluso dejando lugar para la autoparodia y el humor más gamberro, como es el caso de las pruebas que tienen lugar en el mundo de
House of the Dead o Virtua Cop.
Cada personaje cuenta con sus propias características jugables, que inciden en variables como la velocidad, potencia de disparo o agilidad. Asimismo, cada uno tendrá un indicador de potencia (una estrella bajo sus pies) que, una vez rellenada, nos permitirá utilizar unas habilidades especiales de lo más simpáticas. En la mayoría de los casos no marcan una gran diferencia, aunque sí que hemos observado que existen grandes descompensaciones entre algunos personajes.
Para evitar caer en la monotonía y además tratar de labrarse una identidad propias, además de las clásicas modalidades de torneos y partidos individuales,
la auténtica estrella del modo de juego individual es el llamado Superstars, que nos propone un escenario lleno de fases o mundos en los cuales tendremos que ir superando pruebas de lo más variadas (aparte de torneos y partidos individuales, se nos retará a que
aniquilemos zombies, utilicemos disparos específicos o golpeemos puntos estratégicos) para ir despejando nuevos entornos, personajes y temas musicales.
Y aunque agradecemos el esfuerzo por desarrollar una experiencia de juego individual satisfactoria, es evidente que
donde Sega Superstars Tennis se juega el tipo es en el multijugador. Podemos jugar hasta 4 personas en la misma consola, además de proveerse de un completo modo online que nos permite, junto a las clásicas puntuaciones y rankings o el cada vez más habitual modo espectador, echar partidas individuales o alistarnos a torneos que garantizarán piques seguros. A pesar de esta inclusión, sin embargo, nos hemos encontrado dos problemas muy graves, uno de fondo y otro de forma; por un lado, no se nos permite la comunicación de ningún tipo con nuestros adversarios, lo que despersonaliza sensiblemente la experiencia. Por otro lado, y esto esperamos que se subsane en el futuro, es la imposibilidad de encontrar jugadores suficientes para librar campeonatos. No sabemos si esto se debe a la ausencia de una base de usuarios suficiente, habida cuenta de la reciente aparición del título en las estanterías, o a algún desajuste más serio, pero la verdad es que hemos intentado darle en caña en varias ocasiones y horarios diferentes y no ha habido forma de darle caña.
El gran punto oscuro del título de Sega Superstars Tennis es, incomprensiblemente, el que muchos dábamos a priori como su mayor fortaleza: la jugabilidad. A pesar de implementar el motor y mecánica jugable de Virtua Tennis, lo cierto es que hemos observado que el mando no responde siempre con la precisión que esperábamos y requiere un período de habituación a sus irregularidades. Además, la física de la pelota (aún teniendo presente el espíritu cartoon del título y el estilo desenfadado de juego) nos ha parecido un poco confusa sobretodo en las jugadas más verticales, con unos personajes que además como decíamos antes están en ocasiones descompensados y un sistema de especiales no demasiado útil.
Tampoco ayuda la configuración del pad, que responde a un criterio que nos cuesta mucho trabajo entender, haciendo un uso extensivo de los gatillos y combinaciones simples de comandos, dejando sin utilizar la mitad de los botones principales.
El manejo es sencillo y en cualquier caso dominable sin demasiado esfuerzo, pero resulta innecesariamente incómodo y de planteamiento incomprensible.
Finalmente,
el apartado técnico es muy agradable, con unos gráficos muy vistosos en alta resolución, una buena variedad de escenarios y animaciones, y un framerate endiabladamente suave y fluido. No exige de grandes proezas tecnológicas, pero cumple con su función sin quedar en evidencia. La I.A. es bastante correcta, y el apartado musical cumple con su función de animar los partidos y además servir de elemento nostálgico para los segueros, que además irán desbloqueando nuevos temas conforme superen los diferentes retos. Lo que nos ha parecido más curioso es la surrealista localización del juego, pues aunque todos los menús y voces en off del juego están en perfecto castellano, las voces de los personajes se encuentran en el idioma de Shakespeare.
We don?t entender, SEGA.