Durante todo el análisis ya hemos dicho que Ni Oh es una combinación entre dos juegos que existen en el mercado desde hace mucho, como son Ninja Gaiden y Dark Souls. Esto hace que, obviamente,
no estamos ante un alarde de innovación en ningún caso, ya que prácticamente todos los elementos de juego ya se han visto con anterioridad. Esto no quita que la combinación de ambos den como resultado muchas cosas buenas y divertidas, e incluso que no se hayan visto antes en juegos de este estilo (como
la guerra de clanes que llega antes que la de For Honor).
El hecho de poder mover a nuestro personaje con muchísima movilidad y agilidad le hace ser distinto de Dark Souls (donde el personaje parece que lleve en realidad los noventa kilos de peso de su armadura). La forma de contar la historia, el desarrollo por zonas del mapa con distintos niveles también nos gusta, ya que hace que dentro de cada mapa podamos encontrar misiones principales y secundarias que nos hacen ganar espíritu, nivel y armas, pero también que
se varíe ligeramente el estilo de juego entre ellas, pudiendo tener que enfrentarnos a un jefe final en una de ellas, o a un solo enemigo que se mueve y es cubre realmente bien y que casi podría ser un juego de lucha uno contra uno. Nos hubiese gustado algo más de diferencia entre las misiones principales y secundarias (van por el mismo mapa una y otra vez), pero algo que hay que dejar para una segunda parte.