Divertido y muy jugable, el único punto negro es un control poco personalizable y algo duro al principio.
Por si hay alguien que nunca haya probado la mecánica de los
Mario clásicos, una explicación muy breve;
el juego es una mezcla de plataformas y acción en el que tendremos que alternar saltos y peleas con los enemigos. Nuestro protagonista comenzará siendo pequeñito, y con los champiñones aumentará de tamaño, las flores le permitirán disparar fuego y la estrella le hará invulnerable. Para dar cuenta de los enemigos, saltos y mezcla de estas habilidades. Pero cuidado, un solo toque y Mario perderá su habilidad especial, y si no tiene ninguna, perderá una vida.
Las novedades más importantes vienen de parte de 3 nuevas ?habilidades?:
-
Minichampiñón: Mario se hará pequeñín, permitiéndonos llegar a sitios y tuberías especiales. Eso sí, no podrá dar cuenta de los enemigos con ese tamaño...
-
Megachampiñón: nuestro héroe se hará gigante,
arrasando con todo lo que vea a su paso. Ideal para los momentos comprometidos y para conseguir un buen surtido de vidas.
-
Concha Azul: permite que el fontanero pueda deslizarse y dar cuenta de los enemigos. Imprescindible para llegar a ciertas pantallas ocultas, es algo difícil de manejar al principio, pero letal cuando se domina.
Gracias a la pantalla táctil podremos acumular estos ítems y utilizarlos cuando sea necesario con una simple pulsación, haciendo nuestra labor bastante más sencilla.
Además de esto,
Mario presenta un nuevo surtido de saltos, aunque dado que es necesario coger carrerilla para usarlos las situaciones en las que resultan útiles están contadas (en la mayoría de ocasiones acabaremos despeñándonos o chocando contra un enemigo).
La única pega que encontramos en el apartado es
el control, poco personalizable. Necesitaremos un botón para que Mario corra y otro para que salte, y resulta algo incómodo al principio, ya que en la mayoría de fases hay que tener el botón de correr siempre pulsado. Por si fuera poco sólo se nos ofrecen 2 opciones para configurar los botones... incomprensible.