Está claro que uno de sus puntos fuertes es la historia, cómo la cuenta, la magia que lo inunda todo o su banda sonora. Todos estos, además de otros, hacen que sea difícil desprenderse del mando una vez te pones con el juego, lo que hace que sea un juego muy adictivo y que la diversión esté asegurada. Como decimos, que se acabe tan pronto, o que tenga algunos fallitos jugables le quitan algún que otro punto, pero solo con conocer la historia hasta el final, poder jugar con algún amigo, deleitarse con la banda sonora o interactuar entre sus dos personajes hace que cualquier jugador deba probarlo alguna vez.