Una increíble carrera ilegal que cruza los Estados Unidos y tiene una recompensa de
25 millones de dólares para el ganador es el punto de partida de
Need for Speed: The Run. En lugar de
EA BlackBox, la entrega de Wii corre a cargo de
FireBrand Games (NASCAR Unleashed, Trackmania Wii), que ha apostado por la
crear un título rápido y divertido sobre todas las cosas, reuniendo elementos vistos en
nitro y eliminaciones similares a
Burnout. Sus ejes principales han sido dos:
- Un sólido modo historia, que va alternando distintas pruebas a lo largo de los escenarios en los que iremos corriendo, circuitos de todo tipo (desiertos, nevados, ciudades con tráfico...) que nos llevarán de costa a costa; adelantar rivales, llegar a la meta dentro de un tiempo, aprovechar nuestros turbos... Al completar cada nivel recibiremos experiencia con la que mejorar nuestras habilidades para la conducción.
- Los retos y desafíos. En paralelo a la carrera principal
se nos irán proponiendo más retos con suculentas recompensas: mejoras para los vehículos que iremos reuniendo en nuestro garaje. Estas pruebas son bastante rejugables y
son las que más horas nos tendrán entretenidos, aunque el editor de vehículos y sus capacidades para personalizar no son muy amplias.
Sin embargo también se ha decidido
sacrificar aspectos muy importantes de la experiencia en PC y las consolas HD:
- Las escenas del
Modo Carrera (The Run). El emocionante modo historia - con impactantes secuencias
QTE, Quick Time Events - con una carrera ilegal que cruza el país es uno de los puntos fuertes de otras versiones. En
Wii la trama es similar, pero con otro protagonista -
Matt y algunas diferencias en la historia,
que se cuenta con ilustraciones de estilo cómic intercalando algún minijuego. La duración también está un poco recortada; en lugar de partir de la posición 200 partimos de la 150, y la conclusión de la carrera se acelera.
- El modo online.
The Run llega a
Wii con un sólido multijugador a pantalla partida, que permite partidas de hasta cuatro participantes; sin embargo
no hay ninguna opción de juego online (dejando esta entrega por debajo de la de
3DS en duración y posibilidades). Parece que
EA ha tirado la toalla con estas
- El apartado gráfico. La sensación de velocidad es buena, pero el modelado de los circuitos y vehículos es muy simplón, y la gestión de daños o los efectos de iluminación están lejos de la calidad vista en otros títulos de la consola.
De esta forma,
la versión de Wii queda un poco empobrecida con respecto a la competencia (sobre todo a nivel visual), pero
el corazón del juego es sólido y la experiencia muy divertida, convirtiéndose así en
uno de los juegos más sólidos de conducción seria en Wii, y una de las pocas opciones recomendables para los amantes del género este año.