En lugar de limitarse a seguir añadiendo personajes y trama con un
Ultimate Ninja Storm 3,
Namco Bandai ha decidido
lanzarse a la aventura y apostar por un juego que recopile la historia principal y a los luchadores más destacados del manga/anime; este es el punto de partida de Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm Generations, donde vamos a encontrar
72 personajes, desde las versiones infantiles de los héroes a los
Kages,
Danzo y
Tobi desvelando su verdadero poder.
En el título el aspecto
más favorecido ha sido la mecánica de combate en los combates 1 vs. 1, que son más rápidos, vibrantes y estratégicos gracias a una nueva mecánica de reemplazos, o la posibilidad de cortar combos especiales para sorprender a nuestros rivales; eso sí, no esperéis grandes cambios o saltos muy importantes, es simplemente pulir un poco el
sistema de juego clásico de la saga, donde las armas, los ayudantes y aprovechar el poder del despertar (que potencia a nuestro luchador cuando le queda poca vida) son tan importantes como los combos
En lugar de una historia larga, el título cuenta con
11 tramas que podremos seguir desde el modo principal, horas y horas de diversión garantizada
contando además con escenas de anime nunca vistas, todo un regalito para los fans. La parte negativa
es que estas historias suelen ser bastante cortitas (la mayoría se termina en menos de una hora, incluso teniendo que repetir combates), y encima están incompletas; por ejemplo, en la historia de
Naruto Niño no está el combate con
Kiba, algo un poco inexplicable si pensamos que el personaje sí está... Siguiendo esta línea
se han omitido combates importantes, al tiempo que se han llenado huecos con
enfrentamientos que nunca han ocurrido. No estaría mal como un modo alternativo, pero incluidos en la historia principal quedan un poco raros. Tampoco entendemos
que se hayan eliminado los celebrados combates contra los jefes, lo que le resta intensidad a algunos duelos.
Una vez terminada la historia
tenemos un buen abanico de modos: duelo (un vs.), supervivencia (pone a prueba nuestra resistencia), entrenamiento (para pulir nuestras habilidades y torneo. Este último quizá sea el más interesante, ya que además de permitirnos vivir uno de los duelos eliminatorios con la CPU y/o amigos, tiene una opción
desafío que va subiendo la dificultad de cada combate.
Generations se presenta con
un completo modo versus online para aumentar la vida y posibilidades del título.
Una de las novedades más cacareadas de esta entrega, las cartas de combate (que podemos comprar y coleccionar) añaden una
pequeña ventaja al combatir online si al principio del combate ganamos un enfrentamiento al estilo
piedra-papel-tijera, pero con los 5 elementos base del
chakra en
Naruto... Comenzar con una habilidad extra (como un jutsu mejorado) es un aliciente interesante, pero creemos que a la hora de la verdad pocos jugadores lo van a utilizar.
A nivel gráfico
nos encontramos con un juego calcadito a la entrega anterior, aunque un
poquito menos espectacular al haber eliminado a los impactantes jefes; para dinamizar la mecánica de juego también se han acortado las técnicas finales y muchos
despertares, un sacrificio del espectáculo para beneficiar la jugabilidad... Con todo,
Generations está a la cabeza de las adaptaciones al videojuego de un manga/anime, una zancada por delante de títulos como
Dragon Ball, Caballeros del Zodiaco o One Piece. La banda sonora
estupenda para ambientar los combates, y las
voces originales japonesas, junto a los textos en castellano todo un guiño para los fans de la serie.
Nos despedimos de
Naruto con una sensación un poco agridulce; por un lado está claro que estamos ante un buen título, y que nos esperan todavía muchas horas disfrutando del juego online, pero por otra
el listón de Storm 2 estaba tan alto que esta entrega no ha llegado, y pese a sus virtudes está un poquito por detrás. Esperamos que
Cyberconnect2 tome nota de los fallitos y pueda pulirlo todo de cara a un
Ultimate Ninja Storm 3, que quizá recoja ya el final completo de la serie... Si es que el
sensei Kishimoto decide ponerle punto y final.