Análisis Mass Effect Andromeda - PC, PS4, Xbox One

Es de sobra conocido el hype que provocó el anuncio del título y también de las muchas críticas cuando se supo que la franquicia dejaba de lado al agente Sheppard y se adentraba en una nueva historia con nuevos personajes. A nuestro parecer fue una decisión acertada ya que después de 3 juegos, la franquicia necesitaba renovarse un poco para que le pasará como a esas grandes series de televisión que pasan del éxito al cierre prematuro dejando un mal regusto en la boca. Así que los chicos de BioWare nos embarcan en el más profundo y completo juego de la saga y nos transportan después de 600 años de viaje en hibernación a la galaxia de Andromeda. La idea es colonizar una serie de planetas en teoría habitables, pero al llegar todo lo que puede salir mal, sale mal. Nos encontramos pues con una nave llena de miles de personas y ningún sitio donde ir.

Bajo esta premisa la historia del juego se va desarrollando y migaja a migaja vamos conociendo todo lo que nos rodea y los misterios que nos esperan en la nueva y desconocida galaxia. Todos los que ya han jugado a los juegos anteriores se encontraran a gusto, estamos ante un mass effect en toda regla, pero mejor, más grande, más completo, con cambios, si, pero que no cambian la esencia de la franquicia. Como es de esperar tendremos muchos planetas que explorar, personajes con los que hablar y cantidades ingente de información que leer para conocer y entender todo lo que este basto juego nos ofrece. Por si a alguien se le quedara corto el juego, cosa que altamente improbable, esta nueva entrega nos ofrece un divertido multijugador que alarga la vida del título.

Las opciones disponibles son el modo historia, eje principal del juego y responsable del tremendo éxito de la saga y de nuevo el modo multijugador, pero que se puede jugar de forma independiente a la historia o como los miembros de asalto, todo una novedad y acierto, así podemos mandar de forma autónoma el equipo de asalto a las misiones y esperar los resultados o embarcarnos nosotros mismos y jugar con hasta otros 3 jugadores la misión. Estas consisten básicamente en oleadas de enemigos cada vez más numerosos y fuertes y que harán que cooperar y llevar los personajes equilibrados con diferentes habilidades sea fundamental para superar el reto.

Otra de las novedades destacables es el desarrollo de la acción, que se ha remozado orientándose más a un shooter de toda la vida, por lo que ha desaparecido la rueda de ordenes con el tiempo bala, los comandos a nuestros compañeros se limitan a marcarles la posición y en general todo es mucho más fluido y rápido. Esto les gustará a los amantes de los shooter pero que no les hará mucha gracia a los que gustan de una acción más pausada y táctica. Esta misma fluidez se nota en los desplazamientos por el escenario gracias al jetpack que llevamos equipado, con el que podremos realizar grandes saltos y del que necesitaremos para poder superar la cantidad de saltos y obstáculos que nos encontraremos mientras exploramos los distintos planetas. Y para cuando tenemos que recorrer grandes distancias volvemos a disponer de nuestro vehículo terrestre, el cual está equipado con turbo, salto y tracción a las cuatro ruedas para superar los múltiples obstáculos que los distintos planetas nos ofrecen, lo que hace más divertidos los desplazamientos largos.

A nivel narrativo el cambio es profundo, un nuevo héroe, galaxia y enemigos. Se nos presenta una muy buena historia que engancha desde el principio y que se nos va desentramando poco a poco, haciéndose más y más interesante. Es difícil valorar si es la mejor de la saga porque el nivel está muy alto, pero desde luego no defraudará a nadie. A pesar de todo, la sensación de familiaridad es patente, todo lo que hemos experimentado en los anteriores juegos esta ahí, la nave, la exploración, las conversaciones, las relaciones con los demás personajes, la ingente cantidad de información en forma de texto. Aunque hay detalles que cambian como el combate o la minería en los planetas, la esencia del juego es la misma, para bien o para mal. Es cierto que conoceremos nuevas razas y enemigos, pero el número es muy bajo comparado con los que ya conocemos de anteriores entregas.

El objetivo fundamental de la aventura será colonizar una serie de nuevos planetas y para ellos deberemos ir cumpliendo unos objetivos en cada uno de ellos a la vez que vamos resolviendo el enigma de una civilización milenaria desaparecida. Como es característico en el juego tendremos múltiples misiones secundarias, las cuales en su mayoría están pensadas para alargar la vida del juego, aunque si que hay muchas interesantes.

Mucho se ha hablado del tema de las animaciones de los rostros del juego y en UltimaGame somos fieles a la verdad, las caras de los personajes humanos dan mucha grima, tienen expresiones por decirlo de forma suave... raras, con movimientos de ojos y cuello muy poco naturales. Por otro lado las razas extraterrestres menos humanoides no tienen este problema, después de todo no hay referencias reales ¿no?. Los movimientos de los personajes son realistas y fluidos, aunque personalmente el de 'arrancar a correr' no está muy logrado a nuestro parecer.

La potencia gráfica tampoco destaca en absoluto, resultando un juego vistoso, pero sin alardes de ningún tipo. Al igual que la IA del juego que tiene tendencia a exponerse a los disparos sin motivos aparentes, algo que frustra cuando lo hacen nuestros compañeros y tenemos que ir a rescatarlos por su torpe proceder. Otra cosa es la brillante banda sonora que acompaña al juego, muy absorbente y llena de grandes melodías, así como los efectos sonoros de las armas, naves y robots. Las escenas cinemáticas son otro de los puntos fuertes del juego, con algunas muy emocionantes.