A nivel narrativo el cambio es profundo, un nuevo héroe, galaxia y enemigos. Se nos presenta una muy buena historia que engancha desde el principio y que se nos va desentramando poco a poco, haciéndose más y más interesante. Es difícil valorar si es la mejor de la saga porque el nivel está muy alto, pero desde luego no defraudará a nadie. A pesar de todo, la sensación de familiaridad es patente, todo lo que hemos experimentado en los anteriores juegos esta ahí, la nave, la exploración, las conversaciones, las relaciones con los demás personajes, la ingente cantidad de información en forma de texto. Aunque hay detalles que cambian como el combate o la minería en los planetas, la esencia del juego es la misma, para bien o para mal. Es cierto que conoceremos nuevas razas y enemigos, pero el número es muy bajo comparado con los que ya conocemos de anteriores entregas.
El objetivo fundamental de la aventura será colonizar una serie de nuevos planetas y para ellos deberemos ir cumpliendo unos objetivos en cada uno de ellos a la vez que vamos resolviendo el enigma de una civilización milenaria desaparecida. Como es característico en el juego tendremos múltiples misiones secundarias, las cuales en su mayoría están pensadas para alargar la vida del juego, aunque si que hay muchas interesantes.