Lumo - Una mirada a los clásicos y divertidos juegos de Spectrum con la tecnología actual

Ya seas un jugador clásico que lleva jugando a videojuegos durante muchos años, o alguien que se ha hecho con un PC recientemente, Lumo te ofrecerá una forma de jugar que hace mucho que no veíamos, y que te enganchará por su sencillez y simplicidad. El hecho de ir añadiendo nuevos elementos, nuevos puzles, y nuevas zonas cada vez más complicadas, y ver lo retorcido en ocasiones que sus creadores pueden llegar a ser, es un aliciente más, ya que Lumo no es un juego complicado ni de desarrollo difícil. Todo lo que tenemos que hacer es explorar cada habitación e intentar llegar a su salida, bien mediante saltos, bien mediante la búsqueda de objetos ocultos. Y es que tengo que reconocer que, personalmente, nada más ver las primeras imágenes me cautivaron y quise probarlo, y una vez que me hice con él, he disfrutado como hacía muchos años que no hacía con un juego e estas características.

Obviamente, el problema que tenían los juegos de hace muchos años es el mismo que tiene este Lumo. La perspectiva isométrica a veces no ayuda demasiado a los saltos, y es algo que notaremos en contadas ocasiones, ya que hablamos de un juego de puzle y plataformas, y en el segundo caso se nota y mucho. Su diversión no se verá afectada demasiado, ya que rápidamente nos hacemos con los controles, pero eso no quita en a veces tengamos problemas e intentemos incluso cambiar el esquema de botones (o coger un mando) para ver si ese salto es más fácil. Le hubiese venido muy bien la posibilidad de poder cambiar la cámara de perspectiva en ocasiones, y que explicaran algunas cosas un poco mejor, y es que a medida que avanzamos encontraremos algunos personajes con los que no sabremos si podemos o no hacer algo, y tendremos que averiguar mediante ensayo y error (al igual que algunas plataformas). Aún así, por su precio y su duración (no llega a 10 horas, pero dependerá de tu habilidad), es una buena compra.

El desarrollo de Lumo es muy sencillo. Tendremos que explorar cada habitación a la que lleguemos que será independiente de la siguiente/anterior, y en cada una de ellas tendremos que hacer algo, llegar a un punto concreto mediante saltos (juego de plataformas) o conseguir abrir una puerta mediante una llave (aventura). No tiene complejidad aprender qué hay que hacer, aunque muchas de las habitaciones nos tendrán muchos minutos pensando en qué debemos hacer y cómo hacerlo, y esto es algo bueno. Eso sí, la perspectiva isométrica tenía un problema hace 30 años, y por ello acabo desechándose por otras mejores (además de por poder utilizar una tecnología mejor), y los mismos problemas que encontrábamos en su momento están presentes en Lumo. Una cámara que gustaría poder mover (y que ya estamos acostumbrados) para hacer los saltos más ajustados, y que además nos hará morir una y otra vez en contadas ocasiones por culpa de no saber exactamente donde estamos saltando. Además, si eres el típico jugador (como yo) que lleva varios juegos a la vez, es posible que cuando vuelvas tengas que volver a acostumbrarte a una perspectiva como esta, ya que el sistema de control, a pesar de poder modificarlo, no acaba de cuajar del todo.

Contamos con dos modos de juego, Aventura que será el que todos usaremos con vidas ilimitadas y un mapa que nos muestra lo que ya hemos explorado, y un modo Clásico en el que solo dispondremos de tres vidas. Es rejugable porque tiene muchos secretos y objetos que podremos recolectar, aunque inicialmente no sepamos cómo. Se puede decir que aunque vendan Lumo como una aventura, tiene muchos más toques de juego de plataformas que de aventuras, ya que pasas mucho más tiempo saltando y esquivando objetos que explorando o resolviendo puzles, pero ninguna de los dos partes está mal diseñada.

Como ya hemos dicho en otras ocasiones, coger algo que llevamos muchísimos años sin ver y traerlo nuevamente a la vida tiene su parte de innovación, si bien en los años 80 estábamos ya cansados de esta perspectiva y estilo de juego. Ahora en 2016, encontramos en Lumo un juego que rinde un homenaje a aquella época y estilo de juego, con puzles que resolver, plataformas imposibles, saltos milimetrados y secretos que nos pueden costar mucho trabajo encontrar y desvelar, además de un apartado visual acorde a los tiempos actuales. Para los que peinamos canas no reinventará la rueda pero resultará divertido y nostálgico, y para aquellos que no tuviesen la oportunidad de disfrutar la era de los 8 bits (o de sufrirla), resultará un soplo de aire fresco por su calidad y buen hacer, que lo sitúan como una referencia de los juegos indies actuales.

Obviamente, hablamos de un juego de bajo coste, realizado como guiño u homenaje a una época pasada, y eso se nota en cada mínimo detalle, por lo que no se puede esperar algo que nunca antes se haya visto, ni mucho menos una historia inmersiva ni absorbente, pero por lo menos encontraremos un desarrollo dinámico y atractivo que nos enganchará desde los primeros minutos, y nos llevará a explorar las más de sus 400 habitaciones.

Aunque el juego está totalmente en 3D, creemos que tiene unos requerimientos técnicos demasiados desmedidos, teniendo en cuenta que un juego que no cambia de perspectiva no debería necesitar un Windows con 4GB de memoria, que es algo que a día de hoy necesitan muchos juegos open world, por ejemplo. Sin embargo, el acabado técnico es muy simpático y colorista, con muchas texturas y unos efectos de luces preciosos que dejan estelas y sombras espectaculares. Obviamente, no estamos hablando de uno de esos juegos con gráficos espectaculares ni animaciones asombrosas, pero sí que son muy bonitas y destacables.

A nivel sonoro, una agradable melodía nos acompañará durante todo el juego, aunque puede llegar a hacerse cansina ya que no varía nunca y tras alguna que otra hora el oido se empieza a quejar. Los efectos de sonido no es que abunden, y escucharemos un pequeño efecto en los saltos y alguno que otro en objetos que ruedan, aunque mucho mejor que el clásico blip de los juegos de 8 bits. En cuanto al idioma, aunque no lo necesite el juego está traducido a diferentes idiomas, entre ellos el español, por lo que los pocos textos que encontremos serán entendibles por todos.