Lumines para PlayStation Portable - Análisis

Si en el análisis sobre WipeOut Pure ya les comentaba que era marca de la casa sacar un Wipe Out con cada nueva consola de Sony, ahora me veo obligado a ampliar las leyes de las costumbres para afirmar, más allá de toda duda, que no puede salir una consola portátil que se precie (o que al menos tenga pretensiones) sin un buen título de puzzle en su primera hornada.

Game Boy salió con el insuperable Tetris (con ése me ganaron), Game Gear salió en sus tiempos con Columns, y ahora DS ataca con Polarium (y próximamente, Meteos), mientras PSP se deja jugar mejor con el colorido Lumines. ¿Y qué tal es? Muy entretenido, la verdad, una sorpresita. Vean, vean?

Siempre apetece echar una partidita; qué más se puede decir. Y si es con un amigo, entretenimiento asegurado.

Si te gustan este tipo de juegos vas a disfrutar desde el primer momento, y por largo tiempo, además. En cualquiera de sus dos vertientes: individual o en modo multijugador (siempre el más divertido).
El desafío en el modo individual no es sólo ir a batir tu propio record por puntos, sino que también irás a por nuevas Skins.

Ya he comentado que cada nivel trae consigo un cambio de entorno gráfico y sonoro total, y por lo que veo hay tropecientos entornos (pues por mucho que juego aún descubro uno más allá). Cuando logramos acceder a un nuevo nivel, ganamos el nuevo entorno. En el modo Challenge (el único que nos da esta opción) siempre empezamos desde el principio, por lo que siempre nos costará llegar más allá que en la ocasión anterior para alcanzar a ese nuevo nivel y hacernos con la nueva Skin. Pero el resultado es gratificante, y a la vez desafiante. No es sólo ir a por puntos, vas a ver cuál es la nueva pantalla a desbloquear.

Y además tenemos el modo multijugador, que es lo que acaba marcando la diferencia en este apartado, lo que lo hace sobresaliente. Si logras encontrar en el vecindario a un amigo que comparta tu afición por el juego, podrás pasarte bonitas tardes de sonrisas o lágrimas. La batería parecerá que dura sólo dos minutos... Si vas ganando...

También tenemos el original modo Puzzle para invertir muchas horas más, y por supuesto está el Free Mode, en el que escogemos la Skin que más nos guste y jugamos siempre en ella hasta que nos eliminen.

No parece un aluvión de opciones, pero la verdad es que es mucho para un juego de este género.

Muy directo y sencillo. Se le coge el gusto con rapidez, y ya no es fácil pasar de él, al menos durante mucho tiempo. Es agradable de jugar.

Estamos ante uno de esos títulos fáciles de jugar pero difíciles de explicar. La mecánica es muy sencilla, constante y sin cambios ni modos desde el primer al último momento, pero lo que se entiende con 5 segundos mirando a alguien jugar, me va a costar a mí un par de párrafos. Les prometo que seré tan breve y conciso como me sea posible. El objetivo del juego es parecido al del Tetris aunque aquí la pantalla esté dispuesta al revés: es más ancha que larga. Tenemos que procurar eliminar, colocándolos de forma adecuada, los elementos que caen del cielo para que la torre de figuras nunca llegue a alcanzar la parte superior de la pantalla. Las podemos girar a derecha e izquierda, y podemos acelerar su descenso cuando queramos. Hasta aquí las similitudes (por suerte), veamos las diferencias.

Todas las figuras son cuadrados que están formados por 4 cuadrados más pequeños de color variable. El color tomado por estos cuadraditos, y su disposición, dan la ilusión de forma a los cuadrados base, que caen del cielo de forma continua, y a velocidad variable (acelerando o decelerando) dependiendo del nivel en el que estemos progresando. Con cada nivel superado, cambia la música y el entorno del juego (la ?Skin): la forma de los cuadraditos, el fondo de pantalla y la rapidez de la línea oscilante que barre la pantalla.

¿La línea que barre la pantalla? Ésta es la principal novedad con respecto a otros puzzles, sobre todo con respecto a Tetris. Cuando conseguimos realizar un cuadrado o forma de un mínimo de 4 cuadraditos de un mismo color, el cuadrado compuesto brilla y se prepara para ser barrido, pero no desaparece por completo hasta que una línea que siempre cruza la pantalla de izquierda a derecha, a velocidad variable dependiendo del nivel, atraviesa la figura destacada y la hace desaparecer con un coqueto efecto muy sutil pero agradable. La línea es un factor muy a tener en cuenta, puesto que si realizamos un bloque para ser destruido, y justo entonces pasa de largo, nos fastidia la figura y sólo hace desaparecer los cuadritos que en ese momento vaya barriendo. Esta circunstancia nos obliga a dejar caer los cuadros origen en el momento adecuado, para que puedan ser eliminados completa y no parcialmente.

Más detalles: los cuadros originales formados por 4 cuadritos menores, no tienen una estructura sólida, sino que los cuadritos pueden separarse. P.e: dejamos caer un cuadro sobre una esquina, haciendo que una línea de cuadritos quede apoyada y la otra no. Pues bien, la línea no apoyada se desliza y se desliga del cuadro original, para caer hasta donde le sea posible? Una nota curiosa a tener en cuenta para jugar con ella.
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Por último, destacar que que siempre estén formadas por lo que parezcan varios rectángulos o cuadros unidos.

¿Raro? Puede sonarlo, pero en realidad no lo es. Es muy fácil de jugar. Les recomiendo que lo prueben si tienen ocasión. No es complicado, es algo parecido a Tetris, y no necesita de complejidades. Es posible que un sistema de combos o momentos especiales de inmunidad, items sorpresa o algo parecido lo hubiesen hecho más complicado, pero habrían pulido completamente la Jugabilidad.

Ha conseguido marcar un estilo y tener personalidad. Un gran logro teniendo en cuenta los pocos Puzzles que sobreviven al tiempo.

El concepto puede estar basado en el archiconocido Tetris, pero la puesta en escena, el desarrollo, y la inclusión de la barra, los colores, los cuadros que se separan y la música de fondo le han dado una perfecta personalidad propia que hace que te apetezca jugarlo aunque sólo sea por escuchar tal o cual musiquita de tal o cual Skin.

Es formar cuadros y destruirlos, pero tener el factor de la línea que los barre le da cierto toque de urgencia a tener en cuenta; de doble concentración: no sólo pensar dónde poner la nueva pieza, sino hacerlo en el momento adecuado. La movilidad de los cuadros como compuestos de cuatro piezas independientes también le da un pequeño nuevo nivel de versatilidad. Se separa aún más del en este aspecto.

Otro factor es el cambio variable de la velocidad de caída de las piezas, como ya he comentado antes. Al igual que la velocidad de la línea que borra, es variable en cada nivel. No por subir de nivel siempre sube la velocidad. Es muy agradable encontrarnos con un nivel más calmado después de haber sudado para superar el último.

Por último, comentar que se ha implementado un modo curioso, que puede deparar miles de horas si te logra enganchar: el modo Puzzle. En él, se nos da una figura a imitar (una cruz o un perro, por ejemplo), y nosotros tendremos que recrearla en el color en el que se nos proponga, jugando con los cuadros que nos van cayendo. Yo he jugado varias partidas a este modo y, aunque resulta un poco desesperante a veces, si lo medimos como factor de duración, incrementa en mucho la vida del juego. Depende de ustedes entrar de lleno en él.

Lo correcto para que sea muy bonito de ver; más que correcto en cuanto a música y ambientación.

Pues no hay mucho que se pueda decir aquí. .

Destacar que los fondos están animados con alguna luz, o una pequeña animación aquí y allá que le da un poco de más vidilla; y sobre todo diseño y ambiente. Aunque como oí decir a un amigo: ya no es bastante con estar pendiente de las fichas, sino que encima te distraen con las lucecitas del fondo?
Pero en cualquier caso resulta muy agradable pasar de nivel con cierta holgura en la ?torre?, se produce el cambio de entorno de forma muy suave y la nueva música y ambientación nos sumen en una nueva dimensión. No cuenta con gráficos impresionantes, pero entran fácilmente y enseguida se apropia de nosotros la peculiar personalidad del entorno.

El sonido es tema aparte. Ha sido muy cuidado, de principio a fin. Desde el sonidito liberador de la desintegración de una figura, a las variables ./b> Moviditas y curiosas en la mayoría. Algunas con ritmo y otras de corte experimental. De todo os encontraréis y para todos los gustos. Les recomiendo que le echen un vistazo en alguna partidita si tienen ocasión. Con suerte habrán encontrado una sorpresita de verano.