Lightning Returns: Final Fantasy XIII - Análisis PS3 y Xbox 360

La acción de Lightning Returns puede terminarse en 7-14 días de juego, teniendo cada día una duración de 1 hora (sin contar combates o secuencias de vídeo), por lo que una partida media rondará las 20-25 horas de juego. Hay una alta rejugabilidad, ya que resulta prácticamente imposible realizar las distintas misiones secundarias en la primera partida y jugamos contrarreloj (lo que nos dificulta explorar y buscar secretos). Si queremos exprimir el juego a fondo la duración se triplica o cuadriplica... Eso sí, hay que lidiar con la frustración de no poder avanzar al ritmo que queramos, una dificultad más bien bajita (pero con altibajos) y una historia muy flojita, con algunos momentos surrealistas.

A nivel jugable nos encontramos un nuevo sistema de batalla más similar al de un Action-RPG, en el que tenemos que alternar el uso de 3 trajes de combate (o trabajos/especializaciones), asignando habilidades especiales a los 4 botones del mando, y estando muy atentos a cuándo se cargan (una especie de turnos muy dinámicos). El sistema es divertido, pero en ocasiones puede resultar un poco confuso, y requiere cierta habilidad (especialmente el sistema de guardia), sobre todo si jugamos en normal. La idea de hacer el juego más activa es buena, pero el camino elegido...

Nos encontramos con una nueva vuelta de tuerca a la mecánica de otros episodios de la saga Final Fantasy, apostando por nuevas ideas y planteamientos (más exploración y plataformas, más habilidad para superar los combates), aunque este planteamiento no termina de cuajar, ya que el juego de alguna forma nos penaliza por explorar (por el tiempo limitado). Lo que sí es más difícil de perdonar es un guión confuso y lleno de interrogantes o momentos por que sí que no va a satisfacer ni a los fans acérrimos de las dos entregas anteriores que busquen un cierre real ni a los recién llegados a la saga, que se van a encontrar un poco perdidos ante la cantidad de alusiones, guiños, apariciones estelares y cameos de personajes.

Visualmente, Lightning Returns: Final Fantasy XIII es posiblemente el juego más bonito de la saga, con un pequeño salto sobre los capítulos anteriores, y combates francamente dinámicos y espectaculares, secuencias impecables (y emocionantes) y una estupenda puesta en escena. Los 'peros' que ponemos son las animaciónes (ahora más bruscas), ralentizaciones puntuales, el reciclado de escenarios/enemigos (todos ellos mucho menos detallados que nuestra heroína) y una banda sonora bastante menos inspirada. Nos llega traducido al castellano.