Nos encontramos con una
nueva vuelta de tuerca a la mecánica de otros episodios de la saga
Final Fantasy, apostando por nuevas ideas y planteamientos (más exploración y plataformas, más habilidad para superar los combates), aunque este planteamiento no termina de cuajar,
ya que el juego de alguna forma nos penaliza por explorar (por el tiempo limitado). Lo que sí es más difícil de perdonar es un guión confuso y lleno de interrogantes o momentos
por que sí que no va a satisfacer ni a los fans acérrimos de las dos entregas anteriores que busquen un
cierre real ni a los recién llegados a la saga, que se van a encontrar un poco perdidos ante la cantidad de alusiones, guiños, apariciones estelares y cameos de personajes.