Análisis Jump Force - Las estrellas de tu manga favorito luchan por salvar nuestro mundo

La duración de Jump Force, como otros juegos de lucha, depende enormemente de nuestras ganas de jugar versus contra amigos u online. Los chicos de Bandai Namco y Spike Chunsoft han apostado por la experiencia para un jugador creando un modo historia que incluso tiene a personajes especialmente creados para la ocasión, y que nos permite luchar con un héroe (o heroína) que nosotros mismos creemos. El problema viene cuando se abusa del mismo tipo de misión, no se aprovecha el enorme potencial del casting de personajes (solo las conversaciones entre los héroes ya podrían dar muchísimo más juego) y la trama se vuelve cada vez más tontorrona y sentimental. De esa forma, las 6-8 horas que podríamos estar disfrutando al máximo acaban siendo un trámite para desbloquear contenido. De la misma forma, los 2 modos misiones (Libres y Extra) adicionales carecen de elementos realmente interesantes, y parecen metidos más para sumar horas (y desbloquear contenido, como ropa para nuestro personaje) que para otra cosa.

Afortunadamente en el versus el juego es mucho más potente gracias a su versátil sistema de lucha, el carisma de los personajes y el buen hacer de artistas y programadores. Aquí la duración del juego se multiplica, y nos permite disfrutar de cientos de combates llenos de intensidad, con un buen rendimiento para el modo online. Lo único que podemos censurar son las cargas, pero tampoco son nada desesperante.

El sistema de juego de Jump Force, como otros juegos manga, apuesta por la mecánica piedra-papel-tijera, y golpes y combos especiales muy fáciles de hacer, dejándonos disfrutar con increíbles ataques especiales desde la primera partida. Hacernos con la mecánica de juego será cuestión de minutos, pero aprovechar el potencial de combate de cada uno de los 40 personajes ya es harina de otro costal... Todos los personajes tienen sus puntos fuertes y débiles, sus ataques especiales son perfectos para ocasiones concretas, y cada golpe en el juego puede detenerse, esquivarse o contrarrestarse, por lo que cada combate tiene un enorme potencial de diversión.

Los ataques especiales, que se dividen en 4 tipos según su efecto en el campo de batalla, son la clave para ganar de forma demoledora, pero antes tenemos que cargarlos con combos, agarres, esquives y contras. Dominar también las diferencias entre cada uno de los héroes y aprovecharnos de sus fortalezas será clave para la victoria. Es cierto que a la larga las batallas pueden hacerse repetitivas (sobre todo si solo vamos a jugar contra la máquina, que acaba siendo un tanto predecible), pero el carisma de los personajes y la versatilidad del sistema de lucha hacen que esto tarde en llegar.

El punto más controvertido de Jump Force es lo que aporta al jugador, sobre todo al fan de las series de manga-anime (su público objetivo). Tras J-Stars Victory Vs, lanzado en PS3 y portado a PS4 se veía un gran potencial de mejora, tanto técnico como jugable... Pero lamentablemente, aunque se han tomado buenas decisiones, hay algunas ideas que no funcionan como deberían.

La idea de un modo historia original que reúne a los principales personajes (héroes y villanos) de la Shonen Jump luchando en nuestro mundo, con escenarios fusionados entre la realidad y el manga era alucinante, y como juego de lucha Jump Force funciona muy bien así. El problema es el prometido modo historia, que pese a contar con personajes creados por el propio Toriyama y reunir a 40 estrellas del manga-anime (otro punto controvertido, Naruto, Dragon Ball y One Piece se quedan con casi la mitad del plantel) no se ha aprovechado para alucinarnos con este increíble crossover. La trama es bastante simplona, los personajes no interactúan entre sí como deberían (y hubiera sido fácil hacerlo mejor), las escenas de historia son simplonas y no están del todo bien conseguidas... Y esto hecha por tierra detalles muy elaborados por otro lado.

A nivel visual está claro que el enfoque con el que se ha trabajado en Jump Force ha sido conseguir el máximo nivel de espectáculo posible, sorprender al jugador y apabullarlo con ataques energéticos alucinantes, combos potentes, cambios de escenario... Esto, por supuesto, disimula algún punto mejorable, como animaciones un poco mecánicas para algunos héroes (y, sobre todo, villanos) o una cámara un tanto traviesa que nos dejará vendidos en alguna ocasión. Sin embargo hay que destacar un rendimiento sobresaliente y geniales efectos a la hora de sufrir daño, viendo a los personajes con la ropa rota o heridas sobre el cuerpo, además de una gran fidelidad a la hora de reproducir los ataques más conocidos del manga-anime. Brillante.

La banda sonora va en el mismo camino y busca transmitir intensidad y ponernos de pie en los momentos finales del combate. Los más puristas disfrutarán de la opción de voces japonesas, al igual que de los textos en castellano.