Artísticamente estamos ante una experiencia singular y única, y aunque da la sensación de que no se ha aprovechado al máximo todo el potencial de la consola,
Yomawari: The Long Night Collection se ve estupendamente en la portátil/sobremesa de Nintendo. No hay atisbo de problema técnico, y la genial dirección artística del juego brilla conforme avanzamos en la aventura (especialmente en los jefes).
A nivel sonoro hay que destacar el genial hacer del equipo creativo, y destacar especialmente las envolventes composiciones de
Mika Koga, además de un estupendo uso del sonido para
hacernos pasar miedo. Lástima que el juego nos llegue sin traducción de ningún tipo (textos en inglés).