World Tour Soccer - Análisis para PlayStation Portable

El equipo London Studio de Sony ha dejado escapar una gran oportunidad con el lanzamiento de este ?World Tour Soccer?. Estando, por ahora en el horizonte, la salida del fuerte Pro evolution para PSP, y ya estando prácticamente aquí el también poderoso FIFA, los chicos de London se han limitado a salvar la papeleta con un título tan simple como directo, tan accesible como poco profundo.

Divertido, pero muy lejos de lo que se espera de un juego de estas características hoy día.

Es divertido de jugar y no supone muchos problemas para los menos experimentados. La falta de liga o modificación de equipos es su principal defecto.

El principal reclamo al que nos enfrentaremos es que, principalmente, nos guste la propuesta del juego. Simplemente. Puede parecer obvio, o incluso forzado; pero las opciones que encontraremos son tan reducidas, y a la postre, cortas, que lo único que ?World Tour? nos ofrece es su propuesta de juego en sí. Nada más. Si nos hacemos con el estilo, el correcto pero algo limitado control, y la facilidad para marcar goles en las dificultades menos severas, podremos disfrutar jugando mientras nos siga apeteciendo. Pero si lo que buscamos son desafíos, pruebas o desarrollo, encontraremos escasas posibilidades. Tenemos los obligatorios amistoso y exhibición, seguidos por el modo campeonato y, como sorpresa y única adición, el modo desafío. Aunque no podemos olvidar, por supuesto, el modo dos jugadores vía inalámbrica. Siempre la mejor opción. El primer paso a ejecutar es desbloquear nuestro equipo favorito para poder jugar con él cómodamente. ?World Tour Soccer? contempla selecciones nacionales (sólo unas pocas están bloqueadas) y clubs de Europa (todos bloqueados al principio).

Una vez tenemos nuestro club y selección favoritos, ya podemos embarcarnos en el modo campeonato. Nos esperan las copas más emblemáticas del mundo, accediendo directamente a las rondas finales, sin clasificaciones.
El incentivo principal, obviando el ya comentado interés por el ?simple placer de jugar?, es el intento de desbloquear las cositas ocultas. Tenemos dos maneras, y las dos algo cortas:
Ganar desafíos en el único modo de ir desbloqueando los estadios ocultos (aquellos en los que acabas de jugar y ganar). Son 7 partidos en total, y no tardas más de dos horas en completarlas todos.
Para ganar las equipaciones bloqueadas y sacar alguna que otra bonificación (como balones especiales o equipos clásicos), tendrás que embarcarte en los torneos. Ganar en ellos, o cumplir con ciertos requisitos como ganar 5-0 o permanecer imbatido, te dará puntos con lo comprar dichas opciones.
Resaltar un elemento positivo: los nombres de los jugadores son los auténticos, en pronunciación y escritura. El juego cuenta con la licencia oficial, lo que siempre es un aliciente.
Pero el más grande y mayor error de todos es no contar con un modo liga. Incomprensible. Es, sin duda, la principal desventaja este ?World Tour?. Ni siquiera han implementado el clásico modo ?historia? en el que apadrinamos un equipo de segunda y, a fuerza de gran energía y buenos goles, lo llevamos a lo más alto del panorama. Lo máximo que podemos hacer es desbloquear nuestro equipo favorito e intentar ganar con él las copas hábiles (no puedes ganar con el Milan la copa del mundo, obviamente). Falto de profundidad, en definitiva.

Correcta, fácil, simple. Algo más de complejidad, aunque representase mayor dificultad, le habría venido mucho mejor.

Por suerte, o por desgracia, se ha optado por un método simple, directo; y en ocasiones, certero. Debería suponer una ventaja poder jugar tan rápidamente con plenitud de facultades a un título que debería ofrecer, a medida que se invierten horas en él, mayores y mejores complejidades. Pero no ocurre así, no es la profundidad ni calidad de juego el alma de este ?World Tour Soccer?; a pesar de que muchos aspectos han sido directamente tomados del Pro Evolution.; muchos, tal vez demasiados pero a buen seguro no suficientes. Veamos más detenidamente los pormenores de esas imperfecciones:
El control de los jugadores es sencillo, pero no acaba de estar del todo pulido. Avanzan bien en línea recta y en la paralela a la línea de fondo en portería, pero cuando intentas regates en el área, no reaccionan muy bien a las órdenes. A menudo se paran en cuanto cambias de dirección, y resulta difícil ganar ventaja sobre el defensa que te sigue de cerca.
Algo parecido ocurre con los centros al área o los saques de esquina, algo caóticos. Siempre que el balón vuele por alto, la ?CPU? tendrá ventaja sobre ti. Sus jugadores se acercan a la pelota, buscándola, pero tus fieles avatares se limitan a mirarla pasar y a esperarla en el punto de caída. No forcejean ni buscan la posición para el remate.

El factor simulador también queda algo en entredicho con la omisión de lesiones o el elemento cansancio. Así que puedes coger a tu mejor jugador y hacerlo todo con él siempre. Poco realista pero efectivo.
Se ha intentado suplir un poco esta relativa falta de agilidad con algunos movimientos predeterminados (activados pulsando dos botones simultáneamente). A escoger: Bicicleta, regate, marsellesa, y una opción para ?tirarse? a por el balón. No es gran cosa, y sólo resultan efectivos contra un jugador humano o un nivel bajo de dificultad de los 4 disponibles: amateur, profesional, internacional y maestro. En los dos primeros puedes jugar con bastante cancha; intentar hacer jugaditas y regatear en la medida de lo posible; pero, en los dos niveles superiores el enemigo se ha convertido en un equipo de ninjas. No importa a quién pases ni en el momento en que lo hagas, tus jugadores siempre tendrán a un jugador rival a sus espaldas dispuesto para robarte el balón, mientras el cerco se irá cerrando a medida que mantengas la posición. Y, por cierto, que cuando te toque quitarles la pelota a ellos, ya verás como no es tan fácil como parece. Los jugadores ninja enemigos pueden correr con precisión absoluta, hacer toda clase de quiebros e intentar los regates predeterminados sin ningún problema, cuando tú ya no puedes hacer uso de ellos por inefectivos?
Y por último reseñar otro inconveniente: la duración de los partidos. No puedes pasar de 10 minutos como tiempo máximo. No por ser portátil debería ser todo a escala, y sobre en juegos en los que las opciones más habituales deberían darse por aseguradas.

Es una oferta clásica, sin arriesgarse a mostrar elemento desconocido alguno. El corto modo desafío es la única propuesta novedosa.

No se ha incluido ninguna opción poco común, por no decir ya novedosa. Y lo que es incluso más extraño, se han eliminado opciones que ya deberían darse por supuestas en esta clase de juegos y en esta clase de tiempos. Como mejora en los jugadores, en los equipos, fichajes, lesiones, o incluso una liga; qué menos...

Tenemos las clásicas: sustituciones, cambios en la alineación y modificación de la formación. Todo está ahí como debe ser. Igualmente, se ha añadido un modo de modificar, durante el juego, el talante del equipo. Al pulsar el botón ?Select?, el equipo pasará del ataque a la defensa, o bordeará los flancos, o tal vez se repliegue.

Reconozco que es una opción muy interesante, y, aunque no es del todo original, su propia falta de eficacia real nos hará olvidarnos de ella en cuanto juguemos un par de partidos. Otro detallito a tener en cuenta (aunque en realidad no nos beneficia), es disponer, siempre que estemos inmersos en una de las siete copas, de la posibilidad de simular los partidos en lugar de jugarlos. Es válido en los últimos emparejamientos y si tenemos mucha ventaja, de lo contrario, casi siempre nos será desfavorable. Utilícenlo sólo para ganar tiempo y en casos de emergencia.

Así que, visto lo visto, lo único que tenemos en cuanto a novedad es el modo desafío: ganar siete partidos en orden de dificultad creciente. Se nos darán puntos (y aparecen en pantalla, y es agradable verlos) por cada pase completado, gol marcado o balón recuperado. Al mismo tiempo que se nos descontarán sin hacemos lo contrario: perder un balón, fallar en una entrada o encajar un gol. Tenemos una puntuación mínima a superar, la equivalente a la medalla de bronce. Ganar es lo importante y resulta divertido, pero realmente corto. Demasiado.

El apartado gráfico y sonoro cumplen sin hacer mucho ruido. Animaciones correctas y buena ambientación. Jugadores identificables pero no personalizables.

Todo en el juego es simplemente correcto. Sin artificios ni sorpresas, sin hacer hincapié en aspecto o modo alguno.
El modelado de los jugadores puede resultar algo tosco en los planos cercanos (cuando escogemos la cámara más próxima), con brazos y piernas cuadradas. Se ha cuidado un poco más la implementación de las texturas en las cabezas, intentado captar de modo correcto (y la verdad es que está bastante bien en comparación con la arquitectura general) las características más evidentes o emblemáticas de cada jugador. Las trenzas de Ronaldinho, la coleta de Camoranesi o la melenita de casi todo el equipo italiano. Es un buen detalle, muy en la línea de Pro evolution. Le confiere mayor solidez a un apartado gráfico notable, aunque no sobresaliente.

Notable es también el modelado y la ambientación de los estadios. La iluminación sí que ha sido captada con buenas maneras. Se percibe perfectamente si estamos jugando por el día o la noche, aunque no veamos el cielo, sino césped y jugadores. La sombra proyectada por cuadruplicado lo delata, pero el tono del césped y el color levemente brillante de los jugadores lo acaba por definir.
Es una lástima que no se haya jugado con efectos meteorológicos, repeticiones más espectaculares (aunque no podemos guardarlas de todos modos), efectos de luz y sol, o algo más de variedad en las animaciones.

Los comentarios habrían sido un gran detalle a tener en cuenta, pero cuando lo único que hace la familiar voz en off es ir enumerando el nombre de los jugadores que cogen la pelota, la inmersión en al juego acaba por no resultar muy convincente. Una pena, porque la ambientación del estadio en sí está realmente conseguida (a la altura de quienes estáis pensando). Así, podemos escuchar los suspiros, los aplausos, o las melodías con los habituales instrumentos improvisados en un intento de dar calor y ánimo al equipo desfavorecido. Muy buena, la verdad.
Destacar, por último, que se ha tenido el detalle de ofrecer 3 cámaras a elegir para seguir los partidos: cerca, media y lejana. Como suele ocurrir, la cercana es la más espectacular pero la menos eficiente, pues jugamos a ciegas prácticamente. Por otro lado, la lejana es la perfecta para jugar de modo más estratégico, al poder ir viendo la posición de gran número de nuestros jugadores.