Análisis Wonderbook - Diggs Detective Privado para Playstation 3

El punto más débil de Diggs: Detective Privado es la duración del título, que puede terminarse en unas dos horas sin demasiado problema, y que no tiene grandes extras para rejugar la aventura (aunque está el modo fotografía para volver a vivir los capítulos). Una vez terminada la elaborada historia, Diggs y sus amigos ya no tienen demasiado que ofrecernos, y es una pena porque su mundo nos ha resultado muy interesante e inmersivo, y podría ampliarse con nuevos casos descargables, aunque de momento no hay nada en el horizonte.

La mecánica de juego del segundo título para Wonderbook es aún mejor, ya que en lugar de abusar del uso de Move para navegar tendremos que pensar y utilizar más el Libro Mágico de Sony girándolo, agitándolo, inclinándolo... Y así solucionar los originales puzles del juego. La respuesta es, en muchas ocasiones, asombrosa, y aunque la dificultad es muy baja (y el desarrollo muy guiado) el juego tiene sorpresitas desdee el principio hasta el final. Lástima que no se haya explotado más su potencial jugable, con retos más complejos para los menos peques.

El punto que más nos ha cautivado de Diggs es su ambiciosa puesta en escena. Transportados a la ciudad de Librolandia (dónde se juega con las luces y las sombras, y no deja de llover, como en una buena peli de detectives) tendremos que limpiar el nombre de Diggs y resolver un asesinato, interactuando con una colección de personajes simplemente geniales (inspirados en cuentos anglosajones). La trama atrapará a los más pequeños (y también a muchos mayores), y la idea de que todo se vaya leyendo subtitulado ayuda a que los niños puedan mejorar sus habilidades lectoras. Brillante.

El apartado gráfico de Diggs es francamente estupendo; jugando con la realidad aumentada podremos dar vida a una increíble ciudad en nuestro salón, con personajes excelentemente modelados y animados que responden muy bien a la interacción con el libro. Y si el apartado gráfico resulta espectacular, el sonoro es para quitarse el sombrero; el doblaje del juego es una pequeña maravilla digna de una producción cinematográfica, y la banda sonora con toques de jazz y rythm´n´blues es ideal para que los peques comiencen a apreciar la buena música.