Con
Wing Island, Hudson apuesta por un nuevo control para
cruzar los cielos en aviones de época y realizar distintas misiones, bien como pilotos solitarios o como jefes de escuadrón. En el papel de
Junior, un chico-pájaro, tendremos que
hacer frente a decenas de retos para ayudar a los demás habitantes de las distintas islas del juego?
Enfúndate tu traje de piloto, no olvides tus gafas y acompáñanos en este análisis para descubrir que tal funciona el mando de
Wii como llave para surcar los cielos. ¿Estamos ante un digno sucesor de
Pilotwings o ante un mero experimento de control? Sigue leyendo para descubrirlo?
Para convertirnos en un piloto experto sólo necesitaremos el
wiimando, que tendremos que inclinar ligeramente a izquierda y derecha para girar y mover hacia o alejar de la pantalla para acelerar y frenar. Además, agitar el mando bruscamente a derecha o izquierda dará como resultado un giro de 180º. Eso sí,
nos costará un buen rato hacernos con el control y adaptarnos a su sensibilidad.
Después tendremos que aprender
a volar en formación, donde los aviones ya no responden de la misma forma (la formación afecta a su velocidad y forma de girar), lo que quizá sea
el punto más frustrante del juego, ya que muchas veces movimientos involuntarios echarán por tierra toda la misión.
Aunque
Wing Island cuenta con una un buen número de misiones (recuperar ganado, apagar incendios, dinamitar rocas, volar rompiendo globos?)
la duración del modo historia es, como poco, escasa. Si somos un poquito hábiles, en 3 horas habremos liquidado el corazón del juego? Luego nos quedan retos extras, conseguir medallas de oro, comprar nuevos aviones o mejorar los actuales
y un modo multijugador.
El título cuenta con
un modo para dos jugadores en el que podremos disputar carreras contrarreloj a lo largo de distintos circuitos o
luchar en una batalla de globos para reventar los del contrario sin que él rompa los nuestros; como curiosidad
podremos jugar con un solo mando, uno guiando con el
wiimote y otro con el
nunchuk, aunque nosotros os recomendaríamos tener cada uno su mando (más preciso y cómodo).
Hudson se ha preocupado por crear un
mundo sólido con personajes con identidad propia (los distintos pilotos), pero durante el desarrollo del juego la historia acaba siendo demasiado simplona y se empaña ese trabajo.
Con todo, hay que reconocer que dentro del género
Wing Island supone una bocanada de aire fresco; la idea de
las misiones con formación o los originales retos (además del control) ayudan a que el juego tenga una marcada identidad propia. El problema es que
puede que estos detalles no gusten a todo el mundo, sobre todo cuando las misiones de grupo nos complicarán la vida innecesariamente en demasiadas ocasiones.
A nivel técnico
Wing Island es un juego muy mediocre; aunque cuenta con un engine sólido y todo se mueve sin problemas de ningún tipo, el modelado de los aviones y las islas es muy simplón (digno de un juego de Playstation 2 del montón),
y sabemos que Wii puede dar mucho más de si.
El apartado sonoro tampoco ayuda a salvar el tipo;
melodías discretas que se limitan a ambientar la acción y
?ruiditos? que imitan la forma de hablar de los pájaros protagonistas.
Como ya hemos comentado,
el control es mejorable, y aunque más de una vez meteremos la pata en una misión por un mal reconocimiento de un gesto una vez nos acostumbremos al sistema pilotar resultará bastante cómodo.
Por último, destacar
la traducción al castellano y el soporte para
480p, algo que agradecerán los poseedores de
televisiones hd o monitores con entrada por componentes.