Análisis Warrriors Orochi 3 Ultimate - PS4 y Xbox One

El punto más fuerte de Warriors Orochi 3 Ultimate es su duración y posibilidades de juego, que se ve multiplicada por distintos factores. Por un lado tenemos un plantel completísimo que casi llega a los 150 personajes (con algunas caras muy divertidas y personajes espectaculares para controlar, como Kasumi de Dead or Alive o Sophitia de SoulCalibur), por otro 3 modos de juego (historia, duelo y el nuevo modo Gauntlet, más arcade y en el que controlaremos hasta a 5 personajes), y por último un modo cooperativo local y online que también añade mucha sal al asunto. Y para redondearlo todo, un completo editor de niveles que además nos permite compartir los retos online. Brillante.

Como siempre, lo que nos parece más débil en la saga de Omega Force es la mecánica de juego, realmente muy tontorrona; nos moveremos entre oleadas de enemigos mongers que parecen estar ahí solo para incrementar nuestro contador de combos, y los únicos momentos emocionantes serán los duelos contra otros generales, que sí ofrecen resistencia a nuestros combos y ataques especiales. Hay que reconocer que se ha trabajado más buscando objetivos adicionales y distintos para las misiones, pero a efectos prácticos el juego se hace muy repetitivo a las pocas partidas.

Dado que hablamos de la primera entrega en estrenarse en la nueva generación de consolas, y que en Omega Force se han calentado la cabeza buscando nuevos modos de juego, añadiendo personajes sorprendentes y tratando de redondear la experiencia de hack'n slash masivo resulta fácil ser benevolente con este Warriors Orochi 3 Ultimate... Eso sí, el juego no incluye novedades de peso que justifiquen su compra si ya hemos jugado a Orochi 3, salvo que seamos auténticos incondicionales de la saga.

El salto a la nueva generación no ha aportado demasiado a Warriors Orochi 3 Ultimate, que sigue presentando importantes problemas: una cámara muy brusca, un popping brutal (la generación de elementos está muy mal llevada), modelados pobres para los enemigos... En lugar de tratar de exprimir el potencial de PS4 y Xbox One se ha optado por llevar el juego hasta los 1080P y los 60FPS, consiguiendo un resultado un poco más brillante (y más fluido) que el original de PS3, pero poco más. A nivel sonoro nos encontramos con buenos FX y una banda sonora que acompaña bien, pero sin alardes. Los más puristas agradecerán sin duda las voces en japonés, aunque a cambio tendremos que sufrir textos en inglés, algo que hace más complicado disfrutar del modo historia.