UNREAL TOURNAMENT III - Análisis PC

Tras las dos últimas versiones de Unreal Tournament, todos esperábamos un nombre más tipo Unreal Tournament 2007 ó 2008, pero el uso de su flamante motor Unreal Engine 3 (que ya usan varios juegos aparecidos recientemente) bien merecía una señal clara de que nos encontramos ante una digna continuación y no ante una revisión del juego. Pero veamos en profundidad lo que nos ofrece este magnífico juego.

La instalación del juego ocupará unos 8 gigas (10 con el editor de niveles) y nos pide como mínimo para funcionar 512 megas de RAM, 2 gigahercios de procesador y una tarjeta gráfica de la familia Nvidia 6200 o Ati 9600. Una vez instalado nos interesará crear un perfil y conectarnos para poder almacenar nuestros avances en internet y poder aprovechar el seguimiento de estadísticas que ofrece el juego y cómo no para poder jugar on-line. Si no nos conectamos y jugamos desconectados no podremos aprovechar las funciones de multijugador.

El juego nos ofrece un prometedor modo campaña para un solo jugador, con la novedad de que podremos jugar los niveles cooperativamente. Muchos se preguntarán cómo es posible hacer un modo campaña de un juego que radica principalmente en el modo multijugador; El principal inconveniente es justificar el hecho de que los personajes puedan morir durante el juego, lo cual ha sido 'salvado' con un concepto clásico denominado Punto de reaparición. Durante la historia del modo campaña dichos puntos de reaparición serán bastante mencionados, y todos los niveles están enlazados de forma coherente con increíbles secuencias cinemáticas creadas por el motor del juego. La historia de la campaña nos cuenta cómo tras sufrir serios daños a manos de los Necris, nuestro protagonista James 'Reaper' y su hermana Sarah 'Jester' se unen a una facción denominada Ronin, quienes curan las graves heridas sufridas por Reaper a cambio de sus servicios como mercenarios. Combate tras combate iremos abriéndonos camino hacia los dominios Necris, en partidas cada vez más adversas, las cuales alcanzan niveles de dificultad bastante altos.

En determinados niveles si cumplimos los objetivos secundarios que nos indican al principio de cada partida conseguiremos cartas; esas cartas nos dan beneficios que nos vendrán muy bién en los últimos niveles. Por ejemplo podremos comenzar con más miembros en nuestro equipo o hacer que el equipo adversario tenga menos miembros, también podemos conseguir que nuestros miembros empiecen la partida con más armas desde el principio.

El número de vehículos en esta ocasión es muy elevado, tenemos un total de 16 de ambos bandos, uno de los nuevos y que más usaremos es la tabla Hoverboard, una especie de patinete que levita a unos centímetros del suelo permitiéndonos desplazarnos a gran velocidad. La llevamos encima como si fuera un arma y podremos usarla siempre que queramos, aunque nos convierte en una presa fácil, ya que un solo disparo puede derribarnos de la tabla; también la podemos usar como remolque para engancharnos a vehículos aliados. Además de los vehículos que ya aparecieron en UT 2004, aparecen sus réplicas por parte del bando de los Necris, con diseños orgánicos espeluznantes, entre los que destaca el Darkwalker, un gigantesco trípode que se puede desplazar rápidamente por el terreno aplastando a los enemigos o dejándolos noqueados con un estruendo aterrador o desintegrados con su láser de partículas. Además, los niveles incluyen nuevos tipos de torretas, con raíles, sobre los que se pueden desplazar para defender más área de juego. Todos los vehículos tienen arma principal y secundaria, y en algunos casos hasta un funcionamiento alternativo, como el turbo de los scorpion y los viper que permite utilizar los vehículos como gigantescos proyectiles arrojadizos para causar un daño devastador a otra estructura o vehículo.

Las armas han sido todas rediseñadas, con un aspecto inmejorable y más acorde a su funcionamiento, por ejemplo, el redentor ahora tiene un aspecto imponente y un tamaño descomunal más acorde a su poder de destrucción.

El punto fuerte del juego como no podría ser de otra forma es el modo multijugador. Como siempre podremos contactar con servidores de todo el mundo y descargar automáticamente nuevos niveles, armas personajes, modos de juego que elevan la vida del juego hasta el infinito o hasta que nos queramos pasar a una futura revisión del título. Tras la innumerable cantidad de modos de juego de UT 2004, en esta ocasión estos se limitan a los siguientes:


Todos contra todos, el clásico modo, donde gana quien consiga antes un número de muertes.

Todos contra todos por equipos.

Captura la Bandera, el tradicional modo sigue igual que siempre, un equipo debe coger la bandera del equipo contrario y llevarla a su base

Captura la Bandera con vehículos, este modo es nuevo, idéntico a capturar la bandera, pero con la inclusión de vehículos en el mapa; el jugador que lleva la bandera no puede subir en los vehículos excepto en la Hoverboard, con la que puede ser remolcado hasta su base, por lo tanto en este modo es muy importante la colaboración entre los miembros del equipo.

Armamento, es el modo acometida del UT 2004, en el que tenemos que ir conquistando los nodos del nivel que unen nuestro nodo central con el nodo enemigo. Si conquistamos todos los nodos hasta abrir un camino al nodo contrario podremos destruirlo, y viceversa si los contrarios llegan hasta nuestra base. Este modo incluye una importante novedad, que es la esfera de poder. Si un jugador que lleva la esfera atraviesa un nodo enemigo que esté conectado a un nodo propio, dicho nodo cambiará de color, pudiendo dar un giro radical a la partida.

El jugador que lleva la bola no puede montar en vehículos como en Captura la bandera, pero si que puede ir sobre la tabla Hoverboard y ser remolcado. Ese jugador se convierte en el objetivo de los enemigos, si lo consiguen derribar la bola caerá al suelo, pero al contrario que la bandera no puede ser cogida por los contrincantes, aunque si que pueden suicidarse haciéndola explotar para que vuelva a aparecer de nuevo en la base enemiga lejos de los nodos propios.

Duelo, en este modo de juego juegan todos contra todos pero de uno en uno, de modo que el jugador eliminado sale del terreno y se empieza una nueva partida con el ganador y otro nuevo jugador que entra para retarle.

En cuanto al sonido volvemos a encontrar cortes de sonido clásicos, como el tema principal de UT que vuelve a ser remasterizado. La música durante el juego sigue en su línea habitual, ofreciendo el estrés adecuado para ambientar una partida al límite. El audio se encuentra doblado al español, con las habituales voces que le caracterizan, ahora mismo me parece estar escuchando ?disparo a la cabeza?.

Los amantes de UT (y los que no lo son) tienen ahora un tipo de juego ligeramente más estratégico y un poco más rápido con la inclusión de tantos vehículos y hasta uno disponible para cada jugador en todo momento, como la tabla. Todas las novedades fomentan un poco más el compañerismo, aunque como siempre dependeremos de que nuestros compañeros de juego no sean unos campers aprovechados. Los campers son jugadores parásitos que sólo juegan para conseguir las mejores armas y los mejores vehículos, llegando a perjudicar a sus compañeros con tal de conseguirlos.

Sencillamente endiablada, aunque en el modo campaña pierde un poquito por culpa de las trabas de la historia que al final casi nos obligan a jugar las cartas que conseguimos para tener alguna posibilidad. En modo online sigue igual que siempre, pero con unas posibilidades impresionantes gracias a todas las novedades.

Un juego adaptado a los tiempos que corren, con multitud de nuevos elementos, algunos que ya ni imaginábamos.

Impresionante, poder ver el Unreal Engine 3 en funcionamiento es un disfrute visual casi sin precedentes (obligada mención de Gears of War), si nuestro equipo lo permite. El sonido perfecto, aunque las voces en español tienen una notable desincronización y en los primeros niveles donde la clásica voz femenina nos indica el funcionamiento de cada modo de juego, los audios se truncan una y otra vez, rompiendo con el acabado tan perfecto de los gráficos.