La nueva aventura de
Nathan Drake es digna de convertirse en la próxima superproducción hollywoodiense, gracias a un desarrollo vibrante que no cae nunca - simpre queremos ver más y avanzar un poco más - personajes geniales, diálogos muy inspirados y momentos simplemente alucinantes. Pero... ¿realmente se puede jugar a algo así?
Afortunadamente el título
responde de maravilla en líneas generales, siendo el aspecto más brillante y mejor tratado los tiroteos. La acción se ha enriquecido
con escenarios más grandes e interactivos (zonas que escalar, elementos explosivos, ametralladoras nido) que hacen más divertido y rejugable cada reto. Podemos buscar el enfrentamiento abierto, ser sigilosos y acabar con los enemigos de un golpe, ir avanzando y buscando el combate cuerpo a cuerpo...
El único pero lo ponen las secuencias de plataformeo y exploración, demasiado fáciles en general (es imposible balancearse mal y caer, por ejemplo) y tremendamente lineales. Al intercalar secciones de exploración, combate y plataformas esperábamos más libertad a la hora de encarar las fases... y lamentablemente no ha sido así. En algunos de los momentos más
emocionantes de la aventura no seremos más que meros espectadores que tienen que limitarse a pulsar en una dirección y el botón de salto... Mientras cientos de cosas pasan a su alrededor.
Completar la aventura principal por primera vez nos llevará en torno a las 10-12 horas. Encontrar los 100 tesoros escondidos... Puede mantenernos ocupados varias semanas. Y después están los nuevos modos multijugador, o los niveles de dificultad alternativos...
A nivel gráfico
poco tenemos que decir: el título es apabullante, sin duda alguna una prueba irrefutable del potencial que esconde Playstation 3. Destacamos tres puntos para verlos a fondo:
- La animación de
Drake es, posiblemente, la mejor que hemos visto esta generación. Detalles como sus agarres, las peleas a puñetazos, su camiseta pegada cuando se moja... Son impagables.
- Los escenarios son brillantes, tanto a nivel de diseño como
por lo espectaculares que resultan. No hablamos sólo de un nivel de detalle abrumador, también incluyen multitud de elementos interactivos o reactivos (suelos que se caen, zonas que saltan por los aires...). Además, son mucho más variados que en la primera entrega. ¿Un ejemplo? Un tren en marcha.
- El doblaje, magistral. No sólo ayuda a darle más carisma al personaje, también es un gustazo poder estar centrados en la acción y que nuestros aliados y enemigos nos hablen... Y no tengamos que leer subtítulos.
Hay puntos un poco más grises - como la IA de los enemigos, que afortunadamente mejora subiendo el nivel de dificultad -, pero en líneas generales el juego
es una obra maestra.
Dejamos para nuestra próxima entrega
el modo multijugador, tanto cooperativo como competitivo. Eso sí, avisaros que
sólo podremos disfrutar de ambos a través del online de la consola.