Sin duda, el punto más fuerte de
Trover Saves the Universe es su puesta en escena y su sentido del humor, algo que lo hace único no solo dentro del catálogo de juegos VR, también en el vasto universo de los videojuegos. Desde los primeros minutos es fácil distinguir el sello inconfundible de
Justin Roiland, el creador de
Rick y Morty, y su estilo de comedia absurda y gamberra, con constante improvisación en los diálogos, momentos francamente surrealistas y roturas de la cuarta pared.
El resultado es brillante, digno de los mejores episodios de la serie, y como experiencia interactiva resulta todavía más inmersiva. Hay que valorar también el esfuerzo del equipo creativo para llevar parejo el sistema VR y la trama del juego (o sus diseños), y adecuarlo todo. Sin entrar en
spoilers (lo mejor con este título es sentarse y dejarse sorprender) se ha conseguido con nota.