Tras encandilarnos colaborando con
Acquire con
Octopath Traveller, una carta de amor al
pixel art y los
J-RPG clásicos que recuperaba lo mejor del género en la época de los 16-32 bits con una profundidad y cariño sorprendentes,
Square Enix vuelve a la carga con una propuesta similar en colaboración con Artdink, solo que esta vez en lugar de las batallas por turnos vamos a por desafíos estratégicos de cuadrícula, un entorno todavía más preciosista y detallado, y una historia inolvidable.
La sensación de
clásico instantáneo está presente desde el primer momento, y gracias a una gran historia perfectamente desarrollada nos mete de lleno en este interesantísimo continente, recuperándose todavía de las heridas de la
Guerra Ferrosalina. La lucha por el poder, el valor, el honor, la amistad y el amor son temas universales perfectamente reflejados, y personajes muy bien escritos - que reaccionan lógicamente a nuestras decisiones - ayudan perfectamente a que podamos disfrutarla, creando una experiencia única y rebosante de personalidad.
Triangle Strategy no inventa la rueda (ni lo pretende), pero sabe llevarnos a un viaje inolvidable.