Para su estreno en
Wii,
Atlus apostó sobre seguro, haciendo un remake de su éxito para DS,
Trauma Center. A pesar de que fue uno de los primeros juegos en unirse al catálogo nipón (y americano), a nosotros nos ha llegado con más de 9 meses de retraso? Sin embargo, una vez que nos hemos puesto los guantes de látex, la mascarilla y hemos tomado el papel del cirujano
Derek Styles se lo hemos perdonado todo.
Cambiar el
stylus por el
wiimando podría haber dado al traste con la mecánica de juego, pero
Atlus ha conseguido incluso mejorarla. La idea de asignar el cambio de herramientas al nunchaku hace (tras acostumbrarnos) el juego más divertido y jugable que el original.De la misma forma, las nuevas herramientas (como el desfibrilador, para el que usaremos los dos mandos a la vez) sustituyen con éxito a detalles como el masaje cardiaco. En general el control responde estupendamente en todo momento (aunque pintar la estrella para nuestro ?toque mágico? requiere cierta práctica) y salvar vidas virtuales es un placer.
Por si fuera poco,
se ha incluido la opción de modificar la dificultad en cualquier momento del juego entre tres niveles; así es mucho más difícil frustrarse con una operación complicada, y se añade un nuevo reto para los más hábiles.
Con más de 40 misiones de lo más variopinto (desde transplantes a luchas contra virus de diseño, pasando por ?operar? una bomba) y varios retos extra para los más hábiles, el juego nos garantiza unas 10-12 horas de juego en nuestra primera partida. Si queremos conseguir las puntuaciones más altas en cada operación, éstas se multiplican?
A pesar de estos extras el juego arrastra un fallo bastante parecido a la versión DS; es poco rejugable una vez terminado, porque repetir las operaciones nos obliga a volver a revivir la historia (y consejos de la enfermera en cuestión). Las misiones extra y el nivel de dificultad elegible
Se agradece
el nuevo capítulo, la adicción de un nuevo personaje (la doctora Naomi) y las nuevas herramientas, pero básicamente
hablamos de un remake del juego de DS en la mayor parte del desarrollo del juego. La jugabilidad está tan mejorada que esto sólo le pesará a aquellos que tengan el juego muy reciente o muy explotado. Eso sí, hay que reconocer que en el catálogo de la consola no tenemos nada semejante (ni brillan las aventuras).
A nivel técnico este
Trauma Center sorprende, a pesar de repetir la fórmula de DS (gráficos 3D para representar el cuerpo humano en las operaciones e ilustraciones 2D para la historia). Agradables efectos de luz, sólidos modelados para los órganos y un estilo gráfico propio convierten al juego en una atracción visual.
Eso sí, el apartado sonoro es bastante flojito; las melodías son calcadas a las de DS (en composición y calidad) y se echan de menos más voces para los personajes (aunque sean inglesas). Atlus tenía que haber pensado que el DVD no tiene las mismas limitaciones de memoria que los cartuchos de DS?
La traducción al castellano, impecable, y el soporte para 60Hz siempre es de agradecer; lamentablemente, no hay modo progresivo.