En cuanto a la jugabilidad, nos encontramos que
Total War: Warhammer 2 usa el sistema ya conocido de control de unidades, recursos y juego por turnos a los que nos tienen acostumbrados todos los juegos de la franquicia
Total War. En la campaña nos encontraremos con un mundo amplio en el que los distintos clanes gobiernan cada una de las provincias distribuidas por el mapa. El objetivo de todas las campañas es terminar la "Batalla final" además de todos los objetivos aleatorios que van surgiendo a medida que pasen los turnos.
Entre las opciones disponibles durante los turnos nos encontramos la posibilidad de construir y/o mejorar edificaciones de nuestras provincias, conquistar y asediar las provincias de nuestros enemigos, mejorar el árbol de tecnología que reforzará nuestra facción y establecer relaciones diplomáticas con otras facciones amigas entre un montón de opciones disponibles. En cuanto a las batallas en tiempo real, la franquicia
Total War no defrauda y nos presenta duras batallas en las que la estrategia está a la orden del día y tendremos que analizar cada movimiento del enemigo para dar las órdenes convenientes a nuestras tropas.
Un punto a favor es el balanceo de batalla que nos permitirá aun en desventaja numérica salvar la situación siempre que tengamos controladas todas las opciones disponibles. En definitiva, con
Total War: Warhammer 2 no sentiremos que los turnos se hacen aburridos ya que en cada uno de ellos tendremos alguna posibilidad de acción, cosa que es de agradecer ya que algunos juegos del género se convertían en un "avanzar turno eterno" que llegaba a desesperar a más de uno.