En nuestra segunda sesión - que ha superado sensiblemente a la primera tanto en duración como en diversión - hemos conseguido acabar esta nueva aventura de
Lara, y hemos quedado con muy buen sabor de boca; la aventura es más intensa, larga y completa que la experiencia de
Legends, y mejora a este título anterior en casi todos los aspectos.
Un detalle que personalmente nos ha gustado - mucho - es el rescate de la moto de la arqueóloga, protagonista de la aventura en las ruinas de
Méjico; los saltos imposibles o las contrarreloj que hemos disputado con el vehículo han sido muy divertidas, y aunque pensamos que se le podía haber sacado mucho más jugo al sistema, nos quedamos con una sensación muy agradable.
Un punto conflictivo es la inclusión de los anunciados
caminos alternativos, distintas formas de superar una misma fase / prueba; a ver, existir existen, pero están contados con los dedos de una mano... De hecho, el mayor componente re-jugable de la aventura de
Lara está en encontrar todos los objetos secretos dispersos a lo largo y ancho del juego, un reto que - si decidimos aceptar - duplicará la duración del título, y desbloqueará multitud de elementos muy interesantes. Aquí incluimos
las vestimentas de la arqueóloga, que si bien no tienen una influencia directa en la jugabilidad - y podía haber sido otro punto a explotar, tener ropa que la protegiese pero la ralentizase - son todo un regalo para los fans del personaje.
El cambiar los
Quick Time Events - momentos en los que la acción se ralentizaba y teníamos que pulsar un botón en el momento justo - por acciones libres (en las que podemos saltar, disparar, usar el gancho) nos parece un gran acierto, una idea más fresca y versátil.
Y hablando de momentos únicos, mención especial merece el clímax del juego, cuando volvemos al momento en el que arranca el juego - el incendio de la mansión - y sufrimos la pérdida de un amigo muy querido para
Lara; es hora de la venganza, y para ello necesitamos
el martillo de un dios. Aunque llegar hasta el artefacto arcano es una sucesión de acrobacias imposibles, puzzles ingeniosos y luchas titánicas con trolls, la recompensa está más allá de lo esperado; armada con el martillo
Lara es prácticamente invencible, pudiendo lanzar rayos a distancia o impresionantes ondas de choque para aturdir a los enemigos; con este arma en las manos volver a una versión clónica del barco de
Amanda buscando venganza es un dulcísimo placer...
La entrada en
Avalon - incluyendo la escalada de una torre imposible -, el descubrir
qué ha pasado con la madre de Lara y la batalla final han sido, sin duda, de los momentos más brillantes e inolvidables del juego. Sin embargo, estos nos los guardamos para que podáis disfrutar plenamente del culmen de esta aventura por vosotros mismos.
Como conclusión final, dejar bien claro
que a pesar de sus fallitos - que los tiene, aunque ninguno sea de gran importancia - el juego nos ha dejado un gran sabor de boca, y estamos deseando hincarle el diente a la expansión que próximamente recibirá el juego en
Xbox 360... y que pronto tendréis convenientemente añadida a este análisis.