Wildlands entra por los ojos, el motor gráfico mueve con soltura el el vasto territorio por el que nos moveremos y la distancia de dibujado es bastante lejana y apenas notaremos
popping (generación brusca de elementos). Cuando volemos de noche a mucha altura podremos ver los coche moverse por la carretera con sus luces y divisaremos a lo lejos los poblados o bases. A nivel de detalle, los personajes lucen muy bien, con muchos elementos claramente visibles, como por ejemplo, los tatuajes de los enemigo. Las transiciones de día a noche o los cambios climáticos no se quedan atrás, siendo un espectáculo conducir en plena tormenta, viendo como el barro de la carretea mancha nuestro coche y a lo lejos vemos caer un rayo. La IA de nuestros compañeros por lo general se comporta bien, suele estar cubierto y en los disparos sincronizados se las arreglan para obtener el blanco seleccionado, los enemigos en cambio suelen ir más a saco y se exponen con mucha frecuencia, algo que no es muy lógico cuando te estas jugando la vida.
Los que son amantes de la franquicia deberán jugar en nivel de dificultad elevada, ya que en esta, el juego nos obliga a ser muy tácticos e ir eliminando silenciosamente a nuestros objetivos, porque como nos metamos en una refriega llena de enemigos o pidan refuerzos estaremos acabados. El doblaje está muy cuidado, tanto el de los americanos como el lenguaje y expresiones de los personajes locales. En las radios escucharemos música típica del país y si decidimos quitar la radio en los momento de conducción nuestros compañeros nos amenizarán el camino con una gran variedad de chistes.