Resulta difícil innovar dentro de una franquicia y mantener contentos a los amantes de la misma, por eso es tan meritorio lo que han conseguido los chicos de
CD Projekt Red. Tras evolucionar la fórmula jugable de la entrega anterior, nos sorprenden con una historia llena de intensidad y momentos emocionantes (e inolvidables) que justifica a la perfección la evolución del sistema de combate. La
Cacería Salvaje quiere robarle a
Geralt aquello que más le importa, y nuestro héroe, que empieza a entrar en su crepúsculo, se enfrenta al mayor desafío de toda su vida. Todo ha sido tratado de una forma magistral para poner
broche de oro a la aventura iniciada con el primer
The Witcher, siendo además muy respetuosos con los amantes de las novelas originales. Ojalá otras compañías aprendieran de una adaptación como esta...