A pesar de que el juego es mucho menos interactivo que en la temporada uno, en
esta temporada 2 nos sigue enganchando la historia que se nos cuenta (y es que todo lo que rodea a The Walking Dead parece tener algo que atrapa y queremos siempre más. A pesar de que el protagonista no es el mismo que en la primera temporada (Lee), en esta Clementine demuestra que no solo puede estar a su altura, si no en ocasiones por encima. Rescatar algunos personajes de la primera entrega,
continuar con la historia tal y como quedó en los episodios anteriores o el propio formato de episodios hace que siempre quieras un poco más de The Walking Dead. Quizás el problema viene por lo poco interactivo que resulta ahora (hay pocas decisiones importantes y que ofrezca mucha menos acción que antes), lo que hace que parezca que estamos ante un cómic interactivo más que un videojuego de acción o aventura.