A principios de los años 90
Konami causaba estragos en los salones recreativos con juegos como
Teenage Mutant Ninja Turtles (y su secuela) o
Sunset Riders, cuando la compañía se lanzó a aprovechar la franquicia de una serie que iba ganando adeptos de forma meteórica:
Los Simpsons.
The Simpsons: The Arcade Game reunía lo mejor de estos juegos clásicos,
una jugabilidad rápida y accesible, acción para cuatro personajes y sorpresas garantizadas en cada partida. Además, a diferencia de los mencionados, nunca se había estrenado en consolas... Hasta ahora.
Con sólo 2 temporadas emitidas cuando se lanzó el juego, los creativos tuvieron que explorar lo visto en la serie
- y echarle mucha imaginación - para crear las 8 fases del arcade, que nos llevan por todo Springfield (de localizaciones muy conocidas hasta el país de los sueños o el cementerio) en busca de
Maggie, secuestrada por el
Señor Burns y sus esbirros porque ha cambiado su chupete por un valioso diamante. Así, vamos a encontrarnos a personajes muy conocidos y queridos de la serie, pero hay que esperar también grandes ausencias y legiones de caras
inventadas.
La mecánica de juego es realmente sencilla, sin golpes ni combos complicados; los personajes golpean, saltan, tienen un salto con golpe y pueden
mezclar sus fuerzas temporalmente en un ataque combinado (uniéndose 2). Para enriquecer la fórmula hay armas especiales (por ejemplo, coger a
Bola de Nieve y lanzarlo contra los rivales), bonus (inflar un globo a toda velocidad) y combates contra jefes finales.
El título no ha envejecido mal, pero se ha quedado un pasito por detrás de otros clásicos de la época con más
sustento en la jugabilidad.
Konami ha apostado por
las posibilidades online en el remake, incluyendo también algún extra interesante (como el modo
survival o la versión oriental del juego, más sencilla), pero
tanto a nivel gráfico como en cantidad de contenido, la versión HD podría haber dado más de sí.